En la Red de Paradores de España, los viajeros apasionados por la historia encuentran un oasis de experiencias únicas. Alojarse en estas antiguas mansiones, donde antaño residieron reyes, clérigos y otras figuras notables, es un privilegio que permite transportarse a otras épocas y vivir la esencia de la cultura española.
Entre la amplia oferta de Paradores, uno destaca por su tamaño y encanto: el Parador de Alarcón. Situado en lo alto de una de las hoces del río Júcar, en el Pico de los Hidalgos, este castillo medieval ofrece una experiencia inigualable a sus huéspedes.
El Parador de Alarcón, erigido sobre una fortaleza con más de 13 siglos de historia, presume de ser la ciudadela mejor conservada de la provincia de Cuenca. Declarado Bien de Interés Cultural en 1931, este castillo gótico, con su imponente torre del homenaje renacentista, ha sido testigo de batallas, conquistas y pasajes de la historia española.
Al cruzar el antiguo patio de armas, hoy convertido en los jardines y aparcamiento del Parador, los huéspedes se adentran en un espacio donde la historia se fusiona con el confort moderno. Las dependencias internas, reconstruidas para adaptarlas a las necesidades del Parador, combinan estilos moderno y clásico de forma armoniosa.
Las 14 habitaciones del Parador de Alarcón, divididas en tres categorías (doble estándar, doble superior y junior suite), invitan a un viaje en el tiempo. Sus paredes de piedra, sus techos de bóveda y su cuidada decoración evocan la época medieval, transportando al viajero a un mundo de caballeros, princesas y trovadores.
Sin dejar de lado la comodidad, las habitaciones cuentan con todas las comodidades modernas: servicio de habitaciones, minibar, caja fuerte y televisión de pantalla plana.
EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Para completar la experiencia en el Parador de Alarcón, no hay que perderse su restaurante. Su gastronomía se basa en la cocina tradicional conquense, elaborada con productos de la región y servida en un singular entorno medieval.
Los enormes techos y el ambiente solemne del restaurante, ubicado en la zona baja del castillo, crean una atmósfera perfecta para disfrutar de platos típicos como el guiso manchego, el morteruelo, la perdiz en escabeche, el pisto manchego y los quesos de oveja, acompañados por los mejores vinos de la región.
ALARCÓN: CONJUNTO HISTÓRICO ARTÍSTICO
Tras disfrutar del Parador más pequeño de España, llega el momento de explorar Alarcón, una villa declarada Conjunto Histórico Artístico en 1981. Sus calles empedradas, sus casas con escudos nobiliarios y sus monumentos, como las Pinturas Murales de Jesús Mateo en la iglesia de San Juan Bautista (Patrimonio de la UNESCO desde 2005), hacen de este pueblo un lugar ideal para perderse y descubrir la magia de la Edad Media.