En la boca del Delta del Ebro, la ciudad de Tortosa emerge como un tesoro histórico, encarnando más de dos milenios de legado cultural. Con sus raíces íberas y su evolución marcada por las influencias de las tres grandes culturas de España, Tortosa es la capital del Bajo Ebro, un epicentro donde convergen la historia y la modernidad.

La majestuosa catedral de Santa María, testigo del paso del tiempo, se alza como un monumento al gótico y al barroco, mientras que el imponente Castillo de San Juan, con su milenaria historia que abarca desde los romanos hasta los musulmanes, ofrece una ventana al pasado geoestratégico de la ciudad.

LA SINGULARIDAD DE TORTOSA

Pero más allá de su legado arquitectónico, Tortosa sorprende con su singularidad, como lo evidencia la travesía en el pequeño laúd Lo Sirgador, una experiencia que permite a los visitantes adentrarse en las aguas del Ebro y explorar los encantos de su ribera.

Sus calles empedradas respiran historia, con la judería como testigo de la convivencia entre culturas durante siglos. La Lonja de Tortosa, construida en el siglo XIV, es un ejemplo vivo de la importancia comercial de la ciudad en tiempos medievales y un símbolo de su rica herencia mercantil.

OFERTA GASTRONÓMICA Y ENTORNO

Además, Tortosa es mucho más que un museo al aire libre. La vitalidad de sus casi 40.000 habitantes se refleja en su vibrante escena gastronómica, donde los sabores tradicionales se mezclan con la innovación culinaria. Desde los mercados locales hasta los restaurantes de alta cocina, la oferta gastronómica de Tortosa deleita a los paladares más exigentes.

Y no podemos olvidar su entorno natural privilegiado. La cercanía al delta del Ebro brinda a Tortosa la oportunidad de disfrutar de paisajes de gran belleza, donde los humedales y los arrozales se funden con el mar Mediterráneo. La isla de la Xiquina, con su exuberante bosque de ribera, es un refugio de biodiversidad que merece ser explorado.

Adentrarse en Tortosa es embarcarse en un viaje a través del tiempo, donde cada rincón cuenta una historia y cada calle respira el legado de los siglos pasados. Un destino que cautiva con su riqueza cultural, su deliciosa gastronomía y su incomparable belleza natural, invitando a los viajeros a descubrir los secretos que guarda en sus históricas calles y a lo largo de las aguas que la rodean. En Tortosa, el pasado y el presente se entrelazan en un abrazo cálido que acoge a quienes se aventuran a descubrir sus encantos.