Huesca es una ciudad en la que se come bien, no hay duda. Además de estrellas Michelin como el Lillas Pastia o el Tatau Bistro, la capital del Alto Aragón tiene una cultura gastronómica envidiable. Además de los restaurantes en los que merece la pena hacer un alto, en Huesca hay un buen número de locales donde se tapea a base de bien.

No en vano, la cultura del tapeo está más que asentada gracias a una amplia variedad de bares en los que tomar unas tapas, unos vinagrillos o unas raciones al salir de trabajar, o para tomar el vermú los fines de semana a medio día. Si vas a visitar Huesca próximamente, aquí tienes una pequeña selección con algunas de las direcciones para tapear.

Vinagrillos y laterío son los puntos fuertes de este local / Bodega Bar Pirineos

Para empezar nuestra ruta, nada mejor que hacer parada en Bodega Bar Pirineos (calle Fraga, 16-18), un lugar clásico para tomar el vermú gracias a su amplia variedad de vinagrillos, encurtidos y lateríos varios, o de embutidos, ibéricos y quesos curados. En TomateJamón (calle Padre Huesca, 20) podrás tapear y tomar alguna de las especialidades como la torteta, la chireta, sus caracoles a la antigua, las patatas trufa o sus ‘bocabits’ con foie y frutos rojos.

Bola de patata, bacalao y alioli de Mi Bar / Asociación de Hostelería de Huesca

El Duquesa Café Bar (calle Duquesa de Villahermosa, 6) es el sitio ideal para hacer un alto si te gustan los fritos (aunque tienen otras muchas delicias para tomar acompañadas de una caña o un buen vino). Mi Bar (Coso Alto, 26) otro de los clásicos del tapeo en la ciudad de Huesca, y Comomelocomo (calle. Padre Huesca, 5), un lugar con tapas que destacan por su sabor y por su presentación.

El Bar Da Vinci (calle Padre Huesca, 13), con sus tapas, pinchos y raciones, el restaurante Sal y pimienta ( calle San Orencio, 11) o el Tomate y Jamón (calle Padre Huesca, 20) tampoco hay que dejárselos en esta ruta del tapeo.