La vida nos sigue metiendo prisa, los ritmos son cada vez más acelerados y eso hace que, a veces, no nos paremos a valorar lo que antes se daba por hecho que tenía valor, como el trato cercano con la gente o disfrutar viendo a alguien hacer bien su trabajo.

Algunos negocios tradicionales, como las pescaderías, se encuentran en la difícil tarea de mantener la esencia de un negocio tradicional y a su vez modernizarse y ofrecer al público un punto diferenciador, a la vez que los precios de la materia prima no dejan de ahogar al sector de la alimentación.

Pescalidad es uno de esos negocios en los que entras para quedarte, que te enganchan con su saber hacer, su trato profesional y, por supuesto, por su producto exquisito en calidad y en una presentación minuciosamente cuidada y estudiada. Un negocio de dos generaciones que ha querido ser disruptivo y se aleja de la antigua imagen de pescadería tradicional.

Dándole valor a un oficio tradicional, a la manera de trabajar la materia como se hacía hace 100 años y poniendo la figura del profesional muy alta, Isaac Zoriquiaín nos cuenta los retos del sector y lo que hace de Pescalidad un negocio con un gran valor añadido.

¿Cuál es vuestro valor diferencial respecto al resto de negocios del sector?

Nos diferenciamos en que tratamos el producto artesanalmente como se trataba hace más de 100 años, uno de nuestros fuertes es cortar el pescado bien que hay gente que cree que no tiene valor y tiene muchísimo valor añadido. Lo bonito sería poder conseguir que la gente quisiera estar un rato observando cómo corta un pescadero profesional.

Atender muy bien al cliente, sobre todo siempre desde la cercanía pero siempre buscando ser los mejores profesionales que se pudieran existir. Nuestra máxima es dar el producto ya cortado por adelantado para minimizar los tiempos de compra. Vimos que la gente iba muy estresada y necesitaba esperar poco en la tienda y de esta manera al dárselo ya limpio y cortado la gente lo valora mucho.

Hemos intentado diferenciarnos también en la higiene y la pulcritud. Si entras en nuestra tienda no sabes que hay una pescadería porque no huele, el pescado fresco no tiene que oler y eso es una máxima para nosotros.

Pasasteis de ser pescados y mariscos Zoraquiaín a llamaros Pescalidad, ¿de dónde viene ese cambio?

En 2007 hicimos un cambio de imagen con una agencia de marketing, siendo la primera pescadería de Aragón que trabajaba con una agencia. De pescados y mariscos Zoriquiaín se inventó la palabra Pescalidad, se registró, se patentó y es nuestra seña de identidad. Siempre hemos intentado diferenciarnos y ser disruptivos

Es un poco disruptivo que no atendáis a la hostelería, ¿por qué esta decisión?

Nuestra política es que no atendemos hostelería, aunque no está cerrada esa vía, pero nosotros somos retail. Atendemos al público directamente, no queremos vender a intermediarios, por eso estamos en la Asociación Española de Retail y somos la única pescadería en toda España que estamos ahí metidos porque queremos aprender de los retailes profesionales que saben cómo vender al público.

¿De dónde vienen vuestros productos y cuál es vuestra especialidad?

Estos productos vienen ahora mismo de todas de todos mares del planeta gracias al sistema de aviones y envíos se consigue en 24 horas. Pero nuestros principales mayoristas vienen de Puerto de Pasajes; San Sebastián, Coruña, Portugal, Francia. El producto que más vendemos es la merluza auténtica que traemos de la costa escocesa y el atún Balfegó, catalogado como mejor atún del mundo.

Como negocio exigente en cuanto a calidad, ¿os encontráis con clientes muy exigentes?

El cliente es muchísimo más exigente que el de una empresa que vende a precio, si antes era exigente y siempre lo ha sido en la máxima calidad, ahora cada vez más a los precios que están ahora.

También es lo que nosotros hemos querido y hemos buscado, la diferenciación. Es más complicado crecer en ese aspecto y en este mundo tan exigente también por los precios, pero es nuestra política de vida y de empresa y nosotros no vamos a cambiarla.

¿Cómo ha afectado a vuestro negocio la subida de los precios de los alimentos?

Ha habido un 30% de bajada de ventas de pescado a nivel nacional.  El cliente que sigue comiendo pescado, por lo general, ha elegido la priorización de seguir quitando de otras cosas para seguir comprándolo con nuestra calidad, y luego está el cliente que ha cambiado de establecimiento por precio.

Teniendo en cuenta que el pescado es uno de los alimentos más sanos de nuestra dieta y que está recomendado consumir 3- 4 veces a la semana, ¿Cómo va a afectar la reducción de su consumo en nuestra alimentación?

El pescado es una necesidad de salud para la población española. Lo que está siendo incompatible e  ilógico es que estén creciendo tantísimo las hamburgueserías por España, que está bien comer hamburguesas, pero no cambiar la alimentación sana de toda la vida.

Ese 30% de caída del pescado se está distribuyendo en el aumento del pollo, en el aumento de la carne y en el aumento de procesados ultra procesados y cocinados. Eso es un 30% menos de salud para la población.