En el corazón del Bajo Aragón, una región rica en tradiciones y sabores, surge un dulce que ha conquistado los paladares locales y atraído la atención de los visitantes: las Piedrecicas del Calvario. Este producto típico, inspirado en la Semana Santa de Alcorisa (Teruel), se elabora con ingredientes de alta calidad como la almendra marcona, la miel y el chocolate con leche, y es uno de los productos estrella del obrador Chocolates Artesanos Isabel.

PIEDRECICAS DEL CALVARIO: UN SELLO DE CALIDAD

El Gobierno Autonómico de Aragón ha otorgado a las Piedrecicas del Calvario el distintivo de «Alimento de Calidad Diferenciada«, un reconocimiento que se reserva para los productos que destacan por sus cualidades gastronómicas, sanitarias y nutricionales. Este sello garantiza que cada bocado de estas delicias cumple con los más altos estándares de calidad. Además, este distintivo no solo pone en valor el producto en sí, sino también el compromiso de los productores con la excelencia y la sostenibilidad.

ORÍGENES Y TRADICIÓN

El nombre de este dulce proviene del Monte Calvario de Alcorisa, donde cada Semana Santa se celebra desde 1978 el Drama de la Cruz. Esta representación teatral de la Pasión de Cristo involucra a unos 300 actores y atrae a aproximadamente 6000 visitantes anualmente. Este evento no solo es una manifestación religiosa, sino también cultural, que refuerza la identidad de la comunidad y su capacidad de atraer a personas de diferentes lugares.

El término «Piedrecicas» incorpora el sufijo apreciativo «ico», característico del habla aragonesa, subrayando el afecto y la familiaridad con que los lugareños se refieren a estas pequeñas joyas culinarias. Cada «piedrecica» es un homenaje a la historia y las tradiciones del lugar, convirtiéndose en un símbolo tangible de la rica herencia cultural de Alcorisa.

UN PROCESO ARTESANAL

La elaboración de las Piedrecicas del Calvario es un proceso que combina tradición y sostenibilidad. Isabel Félez, fundadora y propietaria de Chocolates Artesanos Isabel, nos detalla el meticuloso procedimiento: «Utilizamos ingredientes de proximidad, materias primas procedentes de la agricultura ecológica y chocolate con leche de Comercio Justo. En primer lugar, elaboramos un caramelo con miel de romero y azúcar moreno de caña, al que añadimos almendras tostadas para obtener un guirlache que será el núcleo de nuestro dulce. Una vez frío, lo separamos en piezas del tamaño aproximado de una almendra con cáscara y lo bañamos en chocolate con leche fluido a una temperatura de 30 ºC. La forma final es ovalada y muy irregular, simulando a una piedra pequeña».

Este cuidadoso proceso asegura que cada Piedrecica del Calvario no solo sea deliciosa, sino también un producto ético y sostenible. El uso de ingredientes locales y ecológicos refleja el compromiso del obrador con la comunidad y el medio ambiente, asegurando que el impacto ambiental sea mínimo.

UN DULCE PARA TODOS

Además de su sabor inigualable, las Piedrecicas del Calvario son inclusivas en términos de dieta. La fórmula está libre de gluten, soja, organismos modificados genéticamente y es apta para quienes siguen una dieta lactovegetariana. Esto asegura que más personas puedan disfrutar de este exquisito dulce sin preocupaciones dietéticas. La inclusión de estos principios en la elaboración subraya la dedicación de Chocolates Artesanos Isabel para crear productos que sean accesibles para todos, sin sacrificar el sabor ni la calidad.

Las Piedrecicas del Calvario no solo representan un delicioso bocado, sino también una conexión profunda con las tradiciones y el patrimonio cultural del Bajo Aragón. Este dulce, con su cuidadosa elaboración y su reconocimiento como Alimento de Calidad Diferenciada, es un emblema de la región que invita a ser disfrutado y celebrado por todos. En cada pequeña «piedra» se encapsula la dedicación, la historia y el sabor de una tierra que sabe honrar sus raíces y su gastronomía.