Sekaisa (Segeda) fue una ciudad celtíbera situada en la Comarca de Calatayud, Zaragoza, entre la actual Mara (ciudad vieja) y Belmonte de Gracian (ciudad nueva). Era la capital de la tribu celtíbera de los belos y emitió moneda en el siglo II a. C.
En el año 154 a.C., Sekaisa decidió ampliar sus murallas, lo que fue tomado por Roma como un casus belli, el pretexto para iniciar las Guerras Celtíberas. El Senado envió al cónsul Quinto Fulvio Nobilior a Hispania con un ejército de 30.000 hombres para comenzar la guerra contra los celtíberos.
En este contexto de la guerra de Roma contra los iberos, el General Quinto Fulvio Nobilior propuso una modificación histórica al Senado de Roma para adelantar el inicio del año desde el 15 de marzo hasta el 1 de enero. La razón detrás de esta propuesta era la necesidad de elegir a los cónsules lo antes posible para poder formar un ejército con superioridad numérica y llevar a cabo una batalla en tierras de Aragón.
Sin embargo, la elección de los cónsules solía realizarse al comienzo de los 12 meses, que coincidía con el inicio del periodo administrativo en marzo. Ante la premura de la situación, Nobilior insistió en adelantar el proceso. Finalmente, la propuesta del general fue aprobada por las autoridades y el 1 de enero se estableció como el nuevo inicio del año romano, pero solo con fines laborales y de toma de decisiones políticas.
Esta modificación permitió que los nuevos cónsules tuvieran la autoridad para formar un ejército de gran tamaño y llevar a cabo una invasión hacia Segeda.
El 1 de enero se convirtió en el inicio del año romano para adelantar la elección consular y poder formar rápidamente un gran ejército para la invasión. Los meses conservaron su nombre original, pero se produjo un cambio en el calendario.
LAS GUERRAS CELTÍBERAS: ROMA SALIÓ HUMILLADA
El ejército de Nobilior atacó Sekaisa, que se encontraba indefensa sin murallas debido a las obras de ampliación, y la población se refugió en la vecina ciudad de Numancia, donde se unieron a las fuerzas celtíberas.
El ejército combinado de Sekaisa y Numancia, dirigido por el caudillo Caro, atacó coordinadamente a los romanos, aprovechando su superioridad en caballería y honderos. Los celtíberos aplastaron al ejército romano, y Nobilior sobrevivió junto a su guardia personal.
Esta derrota, conocida como la Vulcanalia, tuvo consecuencias desastrosas para Roma, y ningún general romano volvió a comenzar una batalla en ese día que se consideró de mal augurio. Los celtíberos sobrevivientes de la batalla regresaron a Numancia, donde años después resistieron valientemente durante el épico sitio.
EL CALENDARIO JULIANO
En este contexto, si bien se proclamó el 1 de enero como comienzo del año administrativo en Roma, los romanos siguieron efectuando sus tradiciones desde el 15 de marzo de cada año. La gran reforma al calendario vino recién en el 46 a.C., con la aplicación del calendario Juliano, el cual fue calculado y armado por el sabio Sosígenes de Alejandría.
Aquel calendario fue utilizado por países de Europa hasta comienzos del siglo XX, principalmente en aquellos países que tenían raíces basadas en la religión Ortodoxa. Una de las grandes potencias que lo implementó tras siglos fue Rusia, la cual comenzó su sustitución hacia la revolución de 1917.
Ya en el resto de los países del viejo continente había sido sustituido en 1582, con la reforma del papa Gregorio XIII y la implementación del calendario Gregoriano.