Hace ya un año, el papa Francisco emitió el motu proprio «Ad charisma tuendum», que provocó un cambio drástico en la estructura canónica del Opus Dei. Este decreto papal eliminó los privilegios otorgados por Juan Pablo II: la prelatura personal fundada por el aragonés San José María Escriva de Balaguer que estaba directamente subordinada a Roma, sin sujeción a obispos diocesanos.

El 8 de agosto, poco después de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y al cumplirse el primer aniversario de aquel motu proprio, el Papa lanzó otra medida que afectó la autoridad del Opus Dei. A pesar de ello, los seguidores de San Josemaría Escrivá de Balaguer aceptaron ambas decisiones con una lealtad completa, mostrando un sometimiento absoluto. Aunque hubo descontento interno, la consigna fue mantener una comunión inquebrantable con Roma. El prelado Fernando Ocáriz destacó la importancia de sentirse «hijos de la Iglesia» y mantener la unidad a pesar de la pérdida de autonomía como prelatura.

Entre todos estos cambios, hace pocos días se conoció la sorprendente decisión del obispo de Barbastro-Monzón, Javier Pérez Pueyo, de nombrar a un sacerdote diocesano como rector del santuario de Torreciudad en Huesca, José Mairal, y no a un miembro de la prelatura personal. En este sentido, el Opus Dei consideró esta designación una intervención equivocada en el santuario más emblemático de la institución. José Marial será rector de manera efectiva a partir del 1 de septiembre, coordinando un equipo en el que también estarán los clérigos del Opus Dei que viven en Torreciudad.

A pesar de que el santuario fue construido por iniciativa de San Josemaría Escrivá de Balaguer, el obispo tomó la decisión de nombrar un nuevo rector y sin una consulta previa con el Opus Dei tras más de 40 años gestionando el centro católico y sede mundial de la prelatura personal. Este hecho rompió por completo la forma de gestionar Torreciudad, donde el Opus Dei marca las directrices y nombra a los distintos rectores de la ermita bajo su criterio tras un acuerdo firmado por el obispado de Barbastro y el Opus Dei en 1962. Este acuerdo otorga al Opus Dei mando absoluto sobre Torreciudad a cambio de un canon anual.

La prelatura del Opus Dei expresó su oposición al nombramiento, argumentando que no era competencia del obispo y que se trataba de un templo de la Prelatura. Aunque se mencionó la posibilidad de una batalla legal, se aclaró que la controversia se limitaba a un conflicto local. La diócesis barbastrense había solicitado una terna de candidatos al Opus Dei, pero no recibió respuesta. A pesar de este desacuerdo, la diócesis afirmó que el nombramiento era coherente con el estatus jurídico actual del santuario.

La controversia radica en el tipo de santuario que es Torreciudad, catalogado oficialmente como oratorio. Para implementar los cambios que el obispo desea, el santuario debería ser un santuario diocesano, bajo el control de la diócesis. Sin embargo, el Opus Dei afirma que esto aún no es el caso y que continúan funcionando según los estatutos actuales. Aunque la situación podría cambiar a partir del 1 de septiembre, el Opus Dei pidió al obispo que retire el nombramiento.

Javier Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón, es conocido por su cercanía al cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal. Aunque algunas voces sugieren que el cardenal Omella podría haber influido en el nombramiento, el Opus Dei discrepa y rechaza la idea de que el Papa esté directamente involucrado en la controversia de Torreciudad.

A pesar de la tensión, los seguidores del Opus Dei confían en que la situación se resuelva. Aunque se podría pensar que el nombramiento del nuevo rector es perjudicial para su doctrina, argumentan que el obispo ha designado a un sacerdote de 86 años y no creen desde el Opus Dei que el objetivo sea causar problemas. De hecho, es el párroco de la parroquia más cercana al oratorio de Torreciudad.

Aunque oficialmente el Opus Dei sigue barajando la posibilidad de acudir a los tribunales eclesiásticos para impedir la toma de posesión de Mairal, fuentes cercanas a la polémica auguran que, en los próximos días, podría haber «un gesto» de conciliación por parte de la Obra.

LA FIESTA DE LA VIRGEN: DISTENSIÓN ENTRE AMBOS

Durante la festividad de la Virgen, el pasado domingo en Torreciudad, en un intento de apaciguar la controversia, el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo adoptó una postura enérgica y lejos de la tensión entre el Vaticano y el Opus Dei. En el acto también estuvo presente el vicario de la Obra en España, Ignacio Barrera. Durante esta fiesta, el obispo cedió el púlpito al futuro rector de Torreciudad, José Mairal, el cual asumirá efectivamente la posición de rector a partir del 1 de septiembre. Esta acción simbolizó la autoridad del obispo en la toma de decisiones pero también la cordialidad y normalidad con el nombramiento.

En segundo lugar, como muestra de continuidad, se encomendó la lectura previa a la homilía, correspondiente al Evangelio, al todavía rector Ángel Lasheras. Y en tercer lugar, al término de la celebración y previo a la procesión solemne, pronunció unas palabras que buscaban transmitir su intención de abordar la situación de manera colegiada, en concordancia con el Derecho eclesiástico.

«Con humildad y sencillez, afirmar que hemos procedido – en relación con el nombramiento del nuevo rector- siempre de forma colegial, acorde a Derecho, pero sobre todo intentando impulsar ese Proyecto Mariano Evangelizador que tantas veces habéis visualizado con vuestras peregrinaciones», recalcó Pérez Pueyo en la festividad de la Virgen de Torreciudad. E insistió: «Desde el Obispado de Barbastro-Monzón siempre encontraréis la mano tendida. Siempre la hemos tenido a la Prelatura para ayudar a que se regule cuando antes la situación jurídica, canónica y pastoral».