Es quizá uno de los problemas más graves que sufre el pino. La oruga procesionaria no sólo acaba con estas masas forestales, sino que también puede provocar urticarias y reacciones alérgicas en personas y animales, especialmente perros, por contacto, ingestión o inhalación de sus pelos urticantes.

Para frenar su proliferación, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) ha puesto en marcha una iniciativa innovadora: la distribución de 110 cajas nido para murciélagos en áreas verdes urbanas como parques, jardines y piscinas de 22 pueblos de la provincia. La efectividad de esta medida radica en que un solo murciélago puede consumir más de 500 polillas cada noche, controlando así de manera natural la población de procesionaria.

Esta semana, la DPH ha organizado una jornada de fabricación de criaderos de murciélagos y anillos de captura, dirigida a 28 alguaciles, jardineros y personal de brigadas de la provincia. En este encuentro, técnicos del vivero de la DPH explicaron cómo preparar y colocar las cajas nido, las cuales fueron elaboradas por la serrería de ARCADIA Huesca.

Tras la jornada, la Diputación ha entregado las 110 cajas nido a los ayuntamientos participantes, que ahora procederán a instalarlas en sus respectivas áreas verdes. Esta acción es parte de una estrategia más amplia de lucha integrada contra la procesionaria, que incluye medidas respetuosas con el medioambiente como la promoción de especies insectívoras.

Además de las cajas nido, la DPH ha implementado otros métodos de control de la plaga. Entre estos se encuentran la colocación de anillos trampa en los troncos de los pinos, que impiden a las orugas completar su ciclo vital, y la técnica de la endoterapia, que consiste en la inyección de sustancias insecticidas directamente en el tronco del árbol.

El murciélago forma colonias de hasta decenas de miles de individuos y puede cubrir áreas de campeo de más de 30 km desde su refugio, lo que lo convierte en un aliado eficaz contra las plagas agroforestales.

La iniciativa de la DPH de distribuir cajas nido para murciélagos se presenta como una solución natural y sostenible para el control de la procesionaria en áreas urbanas. Esta medida, combinada con otras estrategias de control, no solo protege la salud pública y la biodiversidad, sino que también promueve la convivencia armónica con la fauna local, subrayando la importancia de soluciones ecológicas en la gestión de plagas.