Integrar el edificio histórico de Filosofía y Letras del campus de San Francisco de la Universidad de Zaragoza con las necesidades futuras y su adaptación a los retos de ahorro y eficiencia energética han sido los ejes en los que se basa el proyecto de reforma de la facultad, que comenzará en septiembre.
Un proyecto diseñado por Magén Arquitectos e Ingeniería Torné y cuyos autores han explicado hoy públicamente en un acto al que ha asistido el presidente de Aragón, Javier Lambán; la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría; el rector de la Universidad, José Antonio Mayoral, y el decano de la facultad, Eliseo Serrano.
En declaraciones previas a los medios, el decano ha asegurado que se trata de un proyecto que va a permitir rehabilitar el edificio histórico, conservando su patrimonio como el mural del vestíbulo, y dar respuesta a las necesidades técnicas y de espacios.
TRES AÑOS DE OBRAS
Las obras, en las que se van a invertir 23 millones de euros, se prolongarán tres años durante los cuales las enseñanzas se impartirán en el edificio de Interfacultades.
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Una estructura potente que ennoblece un edificio histórico del campus de San Francisco / UZ
La mayor parte del profesorado se trasladará a la antigua facultad de Educación y también al edificio Cervantes y se va a preindustrializar otro edificio para despachos y sala de lectura, mientras que las facultades de Ciencias, Derecho y Educación han cedido espacios para seminarios y salón de actos, ha explicado el decano.
En total, las obras implicarán la reubicación de unos 3.000 estudiantes y de cerca de 400 docentes entre profesores, becarios e investigadores.
El arquitecto Jaime Magén ha informado a los medios que la reforma consistirá en la rehabilitación de los 11.000 metros cuadrados del antiguo edificio y en la integración de un anexo de 20.000 metros cuadrados para oficinas.
Del inmueble antiguo se conservarán sus rasgos distintivos, como la fachada y el pórtico así como el aula magna y el mural cerámico de la entrada de los años sesenta, bienes de interés arquitectónico municipal.
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La rehabilitación del edificio universitario costará 23 millones de euros / UZ
Los arquitectos han contado con la colaboración del artista Ángel Grávalos, autor del mural, quien ha asesorado para el montaje y desmontaje y sustitución de las cerámicas deterioradas del vestíbulo y del mural de la cafetería, que se trasladará a la delegación de alumnos.
RESPETUOSO CON EL MEDIO AMBIENTE
La reducción de la huella de carbono del nuevo espacio será un 70 % menos que el actual y su consumo de energía mínimo, inferior a 7 kilovatios hora por metro cuadrado al año.
Además contará con redes selectivas de evacuación de agua para recuperar las aguas pluviales y reutilizar las aguas grises y se aprovechará la energía solar con paneles solares híbridos que permiten general simultáneamente electricidad y calor.
Los pozos canadienses y un gran reservorio estacional usarán la energía geotérmica para los sistemas de ventilación y reducirán el consumo de los sistemas de climatización.
El nuevo edificio cumplirá así con los requisitos de certificado de sostenibilidad ‘Breeam’ y optará al ‘Leed Platinum’, una acreditación que solo poseen 36 edificios en España.
Será un «edificio saludable» que incluirá vegetación en las cubiertas y en los espacios interiores, áreas de relajación, escaleras que inviten a evitar el ascensor y materiales de bioconstrucción altamente reciclables y de bajo impacto ambiental.
La construcción proyectada contará con un patio central y recupera el espacio posterior de la actual facultad.