Los análisis más recientes realizados en el agua potable del municipio zaragozano de Tarazona han confirmado la presencia del protozoo ‘Cryptosporidium‘, vinculado al reciente brote de gastroenteritis que ha afectado ya a 394 personas en la localidad.

Este hallazgo corrobora que el agua ha sido el principal vehículo de transmisión del patógeno. Ante estos resultados, el Ayuntamiento de Tarazona se encuentra evaluando las acciones necesarias para garantizar la seguridad del suministro de agua, en colaboración con la Dirección General de Salud Pública.

Además, las autoridades están trabajando en identificar el punto exacto de contaminación en el sistema de suministro para poder solucionar el problema de raíz. Fuentes consultadas, la mala calidad de la masa de agua del embalse del Val -en el municipio aragonés de Los Fayos-, que recibe agua con una elevada carga contaminante por la intensa presión de la industria y la ganadería, provoca que afecten también negativamente en la calidad del río Queiles y los arroyos que desembocan en él, el mismo río que baña al municipio de Tarazona. 

De hecho, esta situación ha sido denunciada en los últimos años a la Fiscalía y está en conocimiento del Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Ebro. La explicación es más que conocida: caudal arriba del río Queiles a su paso por Tarazona, concretamente entre los municipios de Ólvega y Agreda, se vierten aguas residuales que están por encima del nivel contaminante que se permite y terminan en el embalse del Val, que luego provee a río Queiles. Las empresas cuya autorización de vertido están señaladas son Campofrío y Distiller.  

MÁS INSPECCIONES

Como parte de este esfuerzo, se están inspeccionando todas las etapas del abastecimiento, desde la captación hasta la distribución. Mientras se realizan estas investigaciones, el Consistorio de Tarazona sigue implementando medidas preventivas para proteger a la población.

Entre las recomendaciones emitidas se encuentra la de hervir el agua del grifo durante al menos diez minutos antes de su uso para limpieza, cocinar o el lavado de alimentos. Asimismo, se ha aconsejado a los habitantes abstenerse de consumir alimentos crudos.

El brote y su relación con el suministro de agua han generado preocupación entre los ciudadanos y se espera que las medidas adoptadas ayuden a controlar y erradicar el problema en el menor tiempo posible.