Este sábado, la Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte, que representa a miles de transportistas autónomos y pequeñas y medianas empresas, ha confirmado el inicio de un paro indefinido, uniéndose a las movilizaciones del sector primario que comenzaron el pasado lunes 5 de febrero.

La acción conjunta de ambos sectores ha desencadenado una serie de incidencias en las carreteras españolas, afectando significativamente la circulación y marcando el sexto día de concentraciones de los agricultores.

EL PIRINEO, COLAPSADO POR LAS TRACTORADAS Y EL TURISMO

La jornada del domingo comenzó de manera tranquila, pero pronto se registraron las primeras complicaciones. En Teruel, específicamente en Calamocha a la altura del kilómetro 181 de la A-23, se produjeron cortes en ambos sentidos de la circulación, que finalizaron al mediodía para luego reanudarse a las 17.00, generando congestión vehicular también durante la tarde. Estos cortes intermitentes fueron vigilados por la Guardia Civil y concluyeron antes de las 19.00.

Además, el retorno desde el Pirineo se ha visto especialmente afectado, con tráfico lento en hasta nueve tramos de carreteras en la provincia de Huesca, muchos de ellos pertenecientes a la red principal.

La Dirección General de Tráfico informó sobre cortes en tramos de carreteras, así como dificultades en Teruel y Zaragoza, donde la circulación fue irregular en varios puntos. Concretamente, en Huesca están cortadas siete tramos de carreteras nacionales: N-240 en Puente la Reina de Jaca y en Siétamo, N-330 en Sardas, N-230 en Benabarre, la N-260 en Castejón de Sos y N-123 en Estada y en Barbastro.

Las demandas de los agricultores y transportistas son claras: una Política Agraria Común (PAC) justa y flexible, reducción de la burocracia, precios justos, y una relajación de la normativa ambiental y de protección animal. Además, solicitan que la Unión Europea no firme acuerdos con terceros países que establezcan condiciones de producción más laxas que las europeas.