No hay duda de que Albarracín es uno de los pueblos más bonitos de Aragón y de España. Lo que puede resultar chocante es que está, además, entre los municipios del país con mayor presión turística. Aunque es evidente que ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o la propia Zaragoza reciben más visitantes al cabo del año, también hay que tener en cuenta que son también localidades mucho más pobladas.

Un estudio de Holidu compara el número de turistas anuales con la cifra de residentes de los distintos pueblos y ciudades españolas. Y Albarracín, que recibe al año 23.119 visitantes y cuenta con una población de 990 habitantes, se sitúa en segunda posición de toda España, con 23,3 turistas por habitante. Sólo una localidad lo supera: Peñíscola.

El municipio turolense cuenta, por ejemplo, con más plazas hoteleras (en torno a 1.500) que habitantes, lo que habla del interés que despierta entre los viajeros. Además, a pesar de encontarse en una de las zonas de España con menor presión demográfica, está ubicada a una distancia más que razonable de tres de las cuatro mayores ciudades españolas: Madrid (296 km), Valencia (181 km) y Zaragoza (178 km).

El dato deja constancia del interés que despierta el turismo rural y el enorme potencial que atesora la provincia de Teruel. El ejemplo de Albarracín sirve para reforzar la idea del hub turístico en el que se podría convertir la zona, incluyendo los municipios con encanto de la Sierra de Albarracín, así como los de otras comarcas de gran belleza como son el Maestrazgo o el Matarraña.

La fama que ha adquirido Albarracín en toda España puede ser la punta de lanza para que localidades como Ródenas, Cantavieja o Valderrobres, entre muchos otros, completen la experiencia turística en la provincia y pueda rivalizar con destinos consolidados de Aragón como es el Pirineo.