El plazo límite para presentar ofertas en el concurso público para la construcción y explotación del nuevo estadio de La Romareda en Zaragoza es el 15 de septiembre. Por lo que la nueva Romareda está ya en el tiempo de descuento y a tan sólo 10 días de que se conozca su futuro inmediato.

Esto sigue a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Aragón de avalar las medidas cautelares solicitadas por el Gobierno del PP, que lidera Natalia Chueca en la ciudad, tras anular la resolución del Tribunal Administrativo de Contratos (TACPA) que previamente había anulado los pliegos de la operación Romareda, por una denuncia de Podemos.

Este proceso que se termina el día 15 de septiembre determinará si hay otros interesados, además del Real Zaragoza, en construir el nuevo estadio que se necesita para que Zaragoza tenga un equipamiento a la altura de una sede del Mundial de Fútbol de 2030, siempre que la FIFA opte por la candidatura de España, Portugal y Marruecos en lugar de la de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

En la fecha señalada, del 15 de septiembre, no sólo habrá que mostrar el interés de un grupo empresarial o deportivo sino que deberá de adjuntar un anteproyecto básico con todas las condiciones exigidas por el Ayuntamiento y un presupuesto económico. Con ello se haría un pleno cumplimiento del pliego de licitación del consistorio.

A pesar de la necesidad de una resolución final del TSJA sobre la legalidad de los pliegos, el alto tribunal autonómico indicó en su primer auto que, «de manera preliminar», el Ayuntamiento de Zaragoza parece tener razón y que el concurso cumple con la ley. Por lo que si no hay sorpresas con un posible recurso judicial a los pliegos de licitación, el concurso público debería cerrarse en menos de tres meses. Y con ello ya la construcción del nuevo estadio de La Romareda sería imparable.

Según el pliego de licitación que publicó el Ayuntamiento, la construcción del nuevo estadio de La Romareda está programada para comenzar en el verano de 2024. Esto, según fuentes conocedoras de la operación, hará que durante varias semanas el estadio esté a mitad de su rendimiento con zonas afectas e incluso cerradas para los abonados.

Por otra parte, en caso de que la complicación en la construcción afecte más a los abonados, no se descarta que algún partido haya que jugarlo en otro estadio cercano, como podría ser el estadio oscense de El Alcoraz.

A su vez, los pliegos estipulan un derecho de superficie de 75 años, que se considera negociable a la baja. El estadio debe tener una clasificación de cuatro estrellas y al menos 42.500 asientos, de los cuales al menos 40.000 deben estar siempre disponibles. También se exige un acondicionamiento de la nueva Romareda como los estadios de nueva construcción y que albergan grandes competiciones: espacios VIPs, zona reservada para prensa internacional, espacios de seguridad añadidos, etc.

Los interesados en la construcción y explotación de la futura nueva Romareda pueden presentarse hasta el 15 de septiembre. Sin embargo, fuentes cercanas a la operación aseguran que todo indica que sólo habrá un interesado, el Real Zaragoza y sus propietarios inversores con Jorge Mas a la cabeza. Una vez que se adjudiquen las obras, habrá cuatro meses para presentar un proyecto básico y otro enfocado en las demoliciones. Luego, habrá seis meses adicionales para presentar un proyecto definitivo, lo que significa que el proyecto básico debe estar listo para el 15 de enero y el proyecto definitivo para el 15 de junio.

Estos inversores propietarios del Real Zaragoza, en su mayoría estadounidenses, están buscando los fondos necesarios para garantizar la inversión de alrededor de 140 millones de euros. Un asunto complejo, según detallan fuentes cercanas a la propiedad, por la volatilidad del mercado y, concretamente, porque aún pende el asunto judicial del TSJA sobre el estadio a pesar de las medidas cautelares. Otras fuentes detallan que ha habido algunas llamadas a grupos influyentes de Zaragoza por parte de interesados nacionales e internacionales en la construcción y explotación de la nueva Romareda. Sin embargo, no se ha presentado ningún interés oficial ni real en el proceso de construcción y explotación.

Todo indica que el Real Zaragoza y sus inversores propietarios sean los únicos que presenten una oferta por varios motivos: la facilidad de construir y gestionar un equipamiento deportivo cuyo principal interesado es tu propio club; y por la buena racha del equipo maño en este inicio de temporada, que hace que se pueda soñar con un ascenso a la Primera División de La Liga. Por lo tanto, parece probable que el Real Zaragoza y sus propietarios sean los únicos que se presenten al concurso si se cumplen todas las condiciones del pliego.

El adjudicatario del proyecto deberá pagar al Ayuntamiento una suma de 30,8 millones de euros, excluyendo el IVA, a través de un canon aplazado que comenzará después de un período de carencia de cinco años. También se requerirán fianzas provisionales y definitivas, y se solicitará un aval si el adjudicatario decide hipotecar el derecho de superficie, lo que garantizará que el Ayuntamiento pueda completar la construcción del campo en caso de problemas futuros.