La movilidad en Zaragoza ha experimentado una evolución significativa en los últimos tiempos. Los conductores de vehículos tradicionales han tenido que adaptarse a la llegada de nuevos modos de transporte, como bicicletas y patinetes, lo que ha complicado la convivencia en las calles.

Esta transformación acelerada de las ciudades está estrechamente vinculada con la movilidad compartida. En cualquier momento, un peatón puede pasar a conducir un patinete, una bicicleta, una motocicleta eléctrica e incluso, pronto, un triciclo eléctrico. Las calles también se han modificado para que todos los usuarios se sientan cómodos.

Sin embargo, muchos conductores se quejan de que Zaragoza es una ciudad complicada para aparcar, especialmente en ciertas zonas donde encontrar una plaza libre es difícil, lo que obliga a muchos a recurrir a descampados y solares para estacionar sus vehículos durante la noche.

Para evitar que este problema se extienda a los vehículos de movilidad compartida, el Ayuntamiento de Zaragoza ha habilitado varias zonas de aparcamiento para los triciclos eléctricos de la empresa Minits, que comenzaron a operar en la ciudad el pasado 4 de junio.

Estas zonas de estacionamiento se pueden identificar tanto en el suelo como en la acera. En la calzada, se han repintado las líneas blancas que delimitan el estacionamiento y se ha añadido una línea amarilla en forma de dientes de sierra.

Además, en la acera se han colocado dos postes que delimitan el aparcamiento de los triciclos. Estas señales incluyen una placa azul con la tradicional «P» de parking, junto con un coche y hasta cinco siluetas de personas y una flecha hacia la izquierda. Debajo, hay un cartel blanco con la inscripción «Reservado Carsharing», indicando que el espacio está reservado para vehículos compartidos.

Este tipo de señalización ya está presente en otras ciudades de España, como Madrid, Barcelona y Valencia, donde los vehículos de movilidad compartida están ampliamente establecidos.