En una tarde de sábado poco común en el paseo Independencia de Zaragoza, la tranquilidad se vio interrumpida por una escena que captó la atención de transeúntes y curiosos: un vehículo clásico de color rojo, de la marca Triumph, sufrió una avería que lo dejó inmovilizado en plena acera.

El incidente ocurrió cuando el vehículo, que destacaba por su color llamativo y su diseño retro, de repente no pudo arrancar. El conductor, visiblemente preocupado y nervioso, se vio en apuros al intentar determinar la causa del problema.

Frente a los viandantes que se detenían a observar, explicó que no estaba seguro de si el coche se había calado o si se trataba de un fallo en la batería, ya que no conseguía hacer contacto para encender el motor.

La situación generó un creciente interés entre los presentes, quienes se agrupaban alrededor del vehículo para observar de cerca el llamativo coche rojo. Mientras algunos ofrecían consejos y sugerencias, otros aprovechaban la oportunidad para capturar el momento con sus cámaras y teléfonos móviles.

La resolución del percance llegó gracias a la colaboración desinteresada de un conocido del conductor, quien facilitó unas pinzas para realizar un puente entre la batería del coche clásico y otro vehículo. Esta acción permitió finalmente arrancar el Triumph, que se alejó del paseo Independencia entre el ronroneo característico de su motor y el alivio de su conductor.

A pesar del contratiempo, el incidente se convirtió en un momento de entretenimiento para los zaragozanos y visitantes del paseo, que no perdieron la ocasión de tomar fotografías y selfies con el vehículo antes de que retomara su camino.