Empezaron con una floristería, después con un negocio de frutos secos en un garaje de Torrero y ahora, 40 años después, el grupo Flamen&Co está formado por varias empresas, entre las que destacan las conocidas tiendas de El Rincón y Martín Martín, entre muchas otras.

Detrás de este grupo empresarial hay una familia aragonesa que celebra el 40 aniversario de Martín Martín habiendo recibido este año el premio a la mejor empresa familiar, a la vez que se encuentran en la transición hacia un cambio generacional que, poco a poco, irá incorporando a las dos hijas, Laura y Celia Flamenco, a la dirección del negocio familiar.

Esta es la primera entrevista en exclusiva que dan ambas hermanas para contar el relevo generacional que viene y el futuro de un negocio que está en el día a día de miles de aragoneses.

Un camino de transición que llevan años trabajando estratégicamente ya que, como comenta Laura Flamenco, «siempre hemos sabido que queríamos dedicarnos al negocio familiar». Por ello, se estableció un protocolo familiar en el que se fijaron los pasos que tenían que dar las hermanas Flamenco hasta poder dar el relevo a Antonio Flamenco y Conchi Lozano.

EL PROTOCOLO FAMILIAR QUE RESPALDA EL RELEVO

El conglomerado Flamen&Co abarca las cadenas Martín Martín y El Rincón, que operan como marcas independientes con más de 150 tiendas en conjunto. Además, incluye Tostados de Calidad, la fábrica de patatas fritas El Gallo Rojo y el obrador de pastelería El Artesano. Con una facturación total de 80 millones de euros, Flamen&Co emplea a 1.200 trabajadores, de los cuales el 95% son mujeres.

Por todo ello, para gestionar y dirigir un grupo empresarial de esta envergadura entre el retail y el grupo de producción y distribución, era necesario establecer unas directrices para hacerlo «sin prisa, porque la responsabilidad es muy grande y tenemos que estar muy preparadas», comenta Celia Flamenco, la menor de las hermanas.

Este protocolo consistía en completar primero la parte formativa, después adquirir experiencia en el exterior y, por último, un periodo de integración dentro de la propia empresa para ir identificando en qué roles ir integrándose a medida que avanza el protocolo.

Actualmente, Antonio Flamenco continúa al 100% en la dirección del grupo familiar, pero hace seis meses que Laura, la mayor de las hijas, ha comenzado a adquirir responsabilidades directivas mano a mano con Antonio.

Por su parte, Celia se encuentra en periodo de integración aprendiendo directamente de su padre, sin prisa pero con mucha ilusión, y según describe «está siendo apasionante poder compartir el día a día con mi padre, es una maravilla».

Ambas se reafirman en que la decisión de seguir el negocio familiar era una decisión muy clara desde el inicio, y vivir sus primeras experiencias laborales fuera del grupo familiar no ha hecho más que reafirmar su ilusión por mantener el apellido Flamenco en la dirección del grupo.

«Nuestros padres disfrutaban muchísimo con su trabajo, y cuando ves que tus padres disfrutan con lo que hacen pues normalmente a ti como hijo te inspira a seguir sus pasos», explica Laura Flamenco.

El futuro del grupo está en manos de estas dos mujeres a cargo del gran equipo de personas que hay detrás de todas las empresas del grupo, el cual conocen desde hace muchos años porque, desde muy pequeñas, han sido partícipes de todo.

Tienen claro que vienen «a aportar cosas de nuevas generaciones y de nuestras experiencias pero creo es fundamental que todos tengamos en mente que el espíritu de la empresa tiene que mantenerse».

Y es que Antonio y Conchi les inculcaron unos valores muy firmes «de sacrificio, de esfuerzo y con una cultura de disfrutar de lo que haces», y son esos mismos valores los que, desde casa, han atravesado las puertas de cada una de las empresas que conforman el grupo ya que, como comenta Celia, «los valores familiares y los valores empresariales están muy alineados: el Antonio de casa y el Antonio de la oficina es exactamente el mismo».

PRÓXIMOS RETOS PARA MARTÍN MARTÍN

La estrategia está bien definida y, por el momento, toca continuar con las dos líneas que se han marcado para Martín Martín. Por un lado, continuar con la tendencia a la expansión, no solo fuera de Aragón, sino consolidarse en aquellos territorios de Aragón en los que ya existe alguna tienda.

Seguir siendo referente en su tierra sigue en el foco principal de los objetivos porque creen que es importante mantener «ese sentimiento de marca que generamos en Aragón y que realmente es lo que a la gente le hace empatizar con Martín Martín Martín y que sea su tienda de referencia».

Un reto que tienen muy presente tiene que ver con el incremento de la competencia y la exigencia cada vez mayor de los clientes, por lo que es fundamental buscar «la diferenciación y ser muy rápidos y muy dinámicos en cuanto a adaptarse a las nuevas tendencias en cuanto a productos y atención al cliente«, explica Laura Flamenco.

Para mantener ese liderazgo y que el público siga confiando en una de las 85 tiendas de Martín Martín como su tienda de referencia, tienen como foco seguir dando el mejor producto y el mejor servicio a cada cliente que entra por la puerta, teniendo claro que «no es hacer las cosas bien un día, es hacerlas bien todos y hacerlas cada vez mejor, porque el mejorar sobre ti mismo es lo que te permite seguir estando entre las opciones del cliente», finaliza la mayor de las Flamenco.