En 1945, el bisabuelo y el abuelo de los hermanos Jorge y Germán Casas montaron un pequeño negocio de distribución de fruta. Tenían camiones y se dedicaban a la compra-venta en este sector desde su Fraga (Huesca) natal. De aquello han pasado casi 80 años y, aunque Agrostock se ha convertido en una gran empresa con presencia mundial, para esta familia fragatina la semilla se puso varias generaciones atrás.

«Mi abuelo alucinaría si viera lo que hacemos ahora», relata Jorge Casas. Es el consejero delegado de Agrostock Group y su declaración resume a la perfección cómo ha crecido y evolucionado su empresa. El punto de inflexión se produjo en la década de los 50 del siglo pasado, cuando la familia plantó una finca frutícola en Fraga y empezaron a sufrir las plagas. A raíz de aquello comenzó su relación con la farmacéutica Bayer.

Agrostock se constituye en los 90, primero dedicado a la producción y venta de fertilizantes líquidos. «La zona de Fraga es muy potente en frutales y en aquella época había mucho riego por goteo», explica Casas. «Esto vino acompañado de necesidades puntuales y empezamos a fabricar complementos a la comida de las plantas para suplir carencias», añade.

Hoy, tres décadas después, Agrostock es líder en nutrición vegetal en medio mundo. Exporta el 30% de su producción y está presente en alrededor de 30 países de Centro América, Sudamérica, Asia, Europa y África. Su catálogo está compuesto por cinco gamas de productos, dos de ellas con patentes a nivel mundial que han sido creadas, desarrolladas y comercializadas desde Fraga. «Hace 15 años se decidió invertir en investigación para ser diferenciales y somos una de las primeras empresas en el mundo en incorporar nanotecnología y nanociencia«, explica Casas.

Gracias a ello, cuentan con unas cien referencias de productos que cubren las necesidades de los cultivos en todas sus etapas. Desde fertilizantes para el suelo, bioestimulantes y abonos, pasando por enraizantes y correctores cuidadosamente formulados. «Son productos muy técnicos por lo que la implantación en cada país es un proceso lento, ya que son necesarios registros y pruebas en cultivos diferentes», indica. A pesar de ello, Agrostock tiene gran presencia en el continente americano (Centro y Sudamérica) y se va a iniciar la incursión en China.

También venden sus productos en India o Costa de Marfil y los floricultores de rosas de Kenia también son sus clientes. «La Marca España en agricultura está muy bien vista fuera de nuestras fronteras y eso nos ha abierto camino», asegura. Además, detrás de estos resultados hay muchas ferias, encuentros, reuniones y contactos. «También hay clientes que nos encuentran en internet y nos preguntan a través de la página web», añade.

DE FRAGA AL MUNDO

La situación estratégica de Fraga siempre ha sido una ventaja para Agrostock. «Estamos logísticamente muy bien situados, en el eje Madrid-Barcelona, igual que Zaragoza. Tenemos dos puertos, el de Barcelona y el de Tarragona, a 180 y 100 kilómetros», explica Casas. Sus instalaciones se ubican desde 2005 en un nuevo emplazamiento a las afueras de la localidad. Tienen 12.000 metros cuadrados y capacidad para fabricar casi cuatro millones de litros de fertilizantes.

«La inversión ha sido brutal y nuestra fábrica está pensada para poder abarcar hasta el triple de producción de la actual», asegura. Por eso, por el momento no se plantean cambiar de localización. En cualquier caso, las expectativas son optimistas y, si todo va según las previsiones, tarde o temprano las instalaciones se quedarán pequeñas. «El futuro pasa por enviar nuestros productos fuera de España y la empresa ahora está centrada casi al 100% en la exportación«, indica Casas.

Actualmente, en Agrostock trabajan 40 personas fijas, y unas 50 más son contratadas en temporada alta, como en la actual campaña de floración de árboles frutales. Son profesionales altamente cualificados y con conocimientos muy específicos: hay biólogos, químicos, una doctora en fisiología vegetal o una química con un master en nanociencia y tecnología molecular. «Para una ciudad pequeña como Fraga y para la comarca del Bajo Cinca es muy importante tener perfiles así», asegura.

Agrostock cerró 2023 con una cifra de negocio de más de 18,5M de euros. «Todo lo que estamos consiguiendo es gracias a que mis padres crearon este proyecto», asegura Casas, al tiempo que reconoce que pese a no ser tan mayores, «alucinan» con los avances que están incorporando a sus procesos. «Si a mi abuelo le explicaran que en lugar de 20 kilos de cobre ahora usamos solo dos gramos para acabar con una plaga no se lo creería».