Ibercaja ya tiene un rumbo fijo para el escenario 2024 a 2026. Así lo han presentado en la mañana de este sábado los dos principales dirigentes de la entidad financiera, tanto su consejero delegado Víctor Iglesias como el presidente del banco Francisco Serrano.

Las principales líneas maestras y objetivos de «Ahora Ibercaja«, como así ha sido definida, es la hoja de ruta del Banco para el próximo trienio. La orientación al cliente y el refuerzo de la consolidada resiliencia de la Entidad financiera serán los dos grandes programas que marcarán el rumbo del nuevo Plan hasta 2026, año en el que Ibercaja cumplirá un siglo y medio de historia.

El Presidente, Francisco Serrano, ha destacado el ejemplar gobierno corporativo que caracteriza a Ibercaja, el firme liderazgo ejecutivo del Consejero Delegado y su equipo directivo, y la enorme capacidad de adaptación de la Entidad como las claves del éxito y fortalezas para afrontar el nuevo ciclo estratégico.

Con un enfoque en la solidez y la robustez, la entidad ha logrado destacar en diversos aspectos financieros, convirtiéndose en un referente en el sector bancario. En los últimos años, se ha destacado por tener la segunda tasa de morosidad más baja, un ratio de capital elogiado, una sólida liquidez y un flujo de caja positivo, elementos que han sido constantes a lo largo del tiempo y que son signos distintivos de su éxito.

Ibercaja se encuentra, en palabras de Francisco Serrano, en uno de los mejores momentos de su historia, lo que se puede atribuir a diversas razones que reflejan la esencia y el trabajo de la entidad. Los valores juegan un papel fundamental, con un propósito claro de contribuir al desarrollo sostenible y una profunda vocación de servicio, detallaba Francisco Serrano durante la presentación del plan. La entidad financiera está convencida de que las compañías que aspiran a perdurar en el tiempo deben adoptar una cultura basada en valores socialmente sostenibles.

El compromiso de las personas que conforman la plantilla de Ibercaja es otro factor determinante en su éxito. Por todo ello, Francisco Serrano destaca la dedicación y cercanía con la que el equipo trata a los clientes, lo que contribuye a fortalecer las relaciones y fomentar la confianza en la entidad.

La visión a largo plazo, detallaba Serrano, es una constante en la estrategia de Ibercaja para que siempre mantenga la mirada puesta en el futuro y busca anticiparse a los cambios del entorno económico y financiero. La resiliencia es otro aspecto destacado de Ibercaja, que ha demostrado ser uno de los pocos bancos capaces de sobrevivir a la crisis financiera, gracias a su ADN de caja y su capacidad para adaptarse a las circunstancias adversas.

En cifras concretas, según ha detallado el CEO de Ibercaja Banco, Víctor Iglesias, durante el año 2023 la entidad financiera registró un beneficio neto de 304 millones de euros, respaldado por un ROE del 11,6%, en su mayoría proveniente de la banca tradicional y recurrente.

Este logro se ha alcanzado gracias a la reestructuración de costes, el aumento de la actividad comercial y el crecimiento en el sector de seguros, así como la significativa reducción del coste de riesgo.

Estos resultados han permitido cubrir el coste normalizado de capital para un banco minorista con un perfil de riesgo medio-bajo, proporcionando una base sólida para un futuro prometedor e independiente. Además, en palabras de Iglesias, el banco mantiene firme su identidad corporativa y su compromiso genuino con la labor social.

Para lograr estos objetivos, Ibercaja Banco ha establecido 13 iniciativas estratégicas que guiarán su transformación. Con un presupuesto estratégico de 110 millones de euros destinados a inversiones en el año 2024, la mitad de los cuales se destinarán a proyectos de transformación del banco.

«El nuevo Plan es muy ambicioso, nace con vocación de ser transformador y permitirá mejorar de forma muy significativa la competitividad del Banco a medio plazo», ha sentenciado Víctor Iglesias.

EL PLAN ESTRATÉGICO DE IBERCAJA 2024-2026

El Plan Estratégico se estructura en torno a dos grandes programas, cliente y resiliencia, y tiene dos objetivos clave: conseguir una rentabilidad sostenible en el tiempo, en unos niveles que permitan a la Entidad cubrir su coste de capital; e incrementar los ratios de solvencia del Banco.

Para el ejercicio 2024, el Plan Estratégico está dotado con un presupuesto específico de 45 millones de euros que, sumados a los recursos previstos en el presupuesto ordinario, totalizan 110 millones de euros de inversión para este año en Ibercaja, de los cuales más de la mitad irán destinados a la transformación tecnológica, operativa y comercial.

A nivel comercial, Ibercaja ha planteado la nueva hoja de ruta como un impulso al crecimiento de negocio, apostando por la captación y la ampliación de su base de clientes. En este sentido, se ha fijado un objetivo de incremento acumulado de clientes denominados como «comprometidos» de un 10% para los próximos tres años, que se concretará en 50.000 nuevos titulares particulares comprometidos,
6.000 nuevos clientes de negocios y 2.000 nuevos clientes procedentes de pymes y grandes empresas.

Desde el punto de vista geográfico, el crecimiento seguirá pivotando sobre las areas de expansión consolidadas, que son la Comunidad de Madrid y la zona de Arco Mediterráneo, al mismo tiempo que rejuvenecerá el liderazgo comercial con el que ya cuenta en Aragón, La Rioja, Guadalajara, Burgos y Badajoz.

Al cierre del trienio, Ibercaja reforzará su solvencia, elevando el coeficiente CET1 fully loaded hasta una horquilla entre el 13,5% y el 14% (desde el 12,7% actual), preservando su índice de liquidez LCR por encima del 190% y con una gestión activa y rigurosa del riesgo de crédito para mantener la calidad de la cartera de activos con una tasa de activos improductivos (NPA’s) inferior al 3,5% (situada en el 2,8% a cierre de 2023).

De esta forma, en un contexto de presiones de costes y de previsible disminución de los tipos de interés, el Banco logrará una rentabilidad que le permitirá continuar cubriendo su coste de capital para un perfil de riesgo medio bajo, con una ratio de eficiencia inferior al 54% y un ROTE superior al 10%.

«Tenemos un futuro por delante retador e ilusionante, que afrontamos con fortaleza, con máxima confianza en nosotros mismos y con una hoja de ruta muy bien definida», ha concluido Víctor Iglesias.