Se ha convertido en un leit motiv: los empresarios no encuentran el talento que necesitan. Y gran parte de la culpa está en un sistema educativo obsoleto que no es capaz de nutrir de profesionales con las competencias adecuadas que requieren las empresas. Pero, más importante que las competencias, son las personas: que obtengan en su periodo académico valores como la proactividad, la gestión de la frustración o el trabajo en equipo.

Por eso, muchas de las miradas están en Océano Atlántico: un centro de Formación Profesional con presencia en Zaragoza y Jaca que es cualquier cosa menos convencional, y que prueba su éxito en detalles como que el próximo curso va a doblar el número de alumnos matriculados, hasta 3.000. Sus dos co directores, Fernando Cabeza y Meritxell Laborda, han tenido la amabilidad de visitar HOY ARAGÓN para explicar su visión de la educación profesional, los empleos del futuro y la forma adecuada de plantear una formación académica para alcanzar el éxito.

Los orígenes del centro formativo son particulares: de un club de baloncesto, pasaron en 1997 a asociación para la realización de actividades extraescolares, en 2003 se convirtieron en escuela de tiempo libre y, desde 2005, Océano Atlántico es, además de una empresa de servicios, un centro de Formación Profesional con grados en áreas diversas, desde el deporte, pasando por la logística, la salud y la informática.

«Crecimos aplicando el sentido común», explican, con una fórmula propia basada en una formación «muy fresca, centrada en la persona y con alegría». Pues sí, la alegría, hasta el punto que «hace unos meses nos visitó una delegación de FP de Berlín y se quedaron alucinados al ver alumnos felices», relatan.

«El 15% de los estudiantes tienen algún problema psicológico y somos el primer centro de España homologado para trabajar con ellos«, indican Meritxell y Fernando. Se trata al alumno también desde el ámbito emocional y de la salud, y las formaciones se realizan en espacios diferentes en busca de que se encuentren cómodos.

Según indican, la mayoría de los jóvenes llegan con muchas dudas sobre a qué van a querer dedicarse en el futuro y en Océano Atlántico se toman como parte de la educación el hecho de diseñar un plan de carrera que se adapte a las aptitudes de cada persona. Respecto a la formación, sólo el 20% de los resultados se obtienen con exámenes, valorándose la actitud del estudiante con otro 20%. El resto, consitituyen trabajos individuales y en grupo evaluados.

«DESCONEXIÓN ENTRE FORMACIÓN Y EMPLEO»

Cuando se les pregunta a Fernando y Meritxell por la situación del sistema educativo, no dudan en señalar en que existe una desconexión entre el mundo académico y las necesidades de las empresas. Ponen ejemplos: no existe un grado medio de logística, el cual sería valioso. Del mismo modo, en informática sólo hay uno, dedicado al hardware, cuando se trata de una de las ramas que más profesionales necesita desde múltiples ámbitos.

Por otra parte, «las empresas no están por la labor de dedicar recursos a la formación», de ahí que sea fundamental que los centros formativos sean capaces de adaptarse a las necesidades de empleo reales. «Cuando nos juntamos con empresas buscamos siempre el win win, trabajando con aquellas a las que podemos aportar y nos pueden aportar, así como con organizaciones como la Cámara de Comercio, AJE o ADEA», apuntan.

A día de hoy, con la ampliación de instalaciones en Zaragoza, donde están presentes en la zona Expo, los Porches del Audiorama y Mercazaragoza, así como su nuevo centro de Jaca, operativo desde septiembre, Océano Atlántico tiene ofertas para continuar extendiéndose por otras localidades, desvelan.

A ello suman sus servicios a empresas, con presencia en 700 municipios de todo Aragón. Asimismo, tienen una fuerte presencia en el sector turístico, con la gestión, por ejemplo, del albergue de Cretas o el Camping de Zaragoza.