Es una de las opciones de inversión a largo plazo tradicionalmente más atractivas: adquirir una vivienda para ponerla en alquiler. Es, además, una alternativa que en los últimos tiempos puede resultar especialmente apetecible, dado que las subidas del precio de los alquileres han sido más intensas que las de compra.

No obstante, una de las principales dudas que puede encontrarse el inversor es en la fórmula de alquiler. En la actualidad, además del alquiler con fines residenciales, están también otras dos posibilidades: alquilar el inmueble por periodos establecidos o, si la vivienda se encuentra en una zona de interés, plantearse un alquiler vacacional.

Elegir cualquiera de las tres opciones depende en gran medida de la situación de cada inversor y sus planes a medio y largo plazo, no obstante, a día de hoy se puede tener una idea bastante precisa de la rentabilidad en cada caso. Un estudio realizado por Alquiler Seguro, que ha analizado las principales ciudades españolas, determina que, en el caso concreto de Zaragoza, la mayor ganancia se obtiene con el alquiler turístico.

MÁS DE 4.000 EUROS NETOS ANUALES

En concreto, esta fórmula relativamente novedosa, una vez pagados los correspondientes impuestos, ofrece una rentabilidad anual media del 3,6%, lo que se cifra en 4.082 euros netos al año. No obstante, hay que tener en cuenta que en esta modalidad hay que plantearse posibles gastos asociados que pueden decantar la balanza. Por ejemplo: un servicio de limpieza que debe tenerse en consideración cada vez que entra en la vivienda un nuevo cliente.

En otras ciudades españolas, más turísticas, el alquiler vacacional supone una diferencia mucho mayor que el resto, con rentabilidades que pueden alcanzar, por ejemplo, el 5,3% anual en Valencia o el 4,9% en Sevilla, y eso a pesar de que la vivienda en ambas urbes es sensiblemente más cara que en Zaragoza.

Volviendo a la capital aragonesa, la segunda fórmula que ofrecería mayor rentabilidad sería el alquiler para uso residencial, de media de un 3,5%, lo que se cifra en 3.949 euros netos anuales. En este caso, además, se evitan los gastos asociados anteriormente mencionados, si bien resulta mucho más relevante la selección de los inquilinos, dado que la relación contractual se va a extender por un largo periodo de tiempo.

Por último, el alquiler temporal, ideal para profesionales que deben establecerse en la ciudad con fecha de finalización o ciudadanos que acuden para realizar unos estudios por tiempo limitado, no es una opción que esté muy arraigada en Zaragoza y, además, resulta la menos rentable de las tres, alcanzando un porcentaje anual del 3,1%, lo que se traduce de media en 3.568 euros anuales después de impuestos.