Mucho se ha hablado en los últimos meses de Arcosur como principal zona de expansión de Zaragoza. Sin embargo, prácticamente en el lado opuesto de la ciudad, la reforma de la avenida Cataluña y el impulso urbanístico que va a experimentar en los próximos años van a suponer un importante foco de crecimiento inmobiliario, que a largo plazo podría extenderse hasta el, hasta ahora, barrio rural de Movera.

Hace pocos días se presentó públicamente la finalización de la Fase 1 de la reforma de la avenida de Cataluña, una de las vías de mayor longitud de Zaragoza, con casi 3 kilómetros. Para este primer tramo, cuyas obras se iniciaron en 2022 y han finalizado un mes antes de lo previsto, se han invertido 4,4 millones de euros, se ha aborado medio kilómetro de la avenida, lo que ha conllevado una intervención sobre más de 23.890 metros cuadrados de superficie.

Esta Fase 1 ha tenido como ámbito de actuación el área comprendida entre la Z-30 y la calle Veintitrés de Abril, y da paso a una Fase 2 que cuenta con un presupuesto de 1,26 millones de euros, un plazo de ejecución de 9 meses y unas obras que se iniciarán en la segunda mitad de este mismo año.

LO QUE VIENE EN LA AVENIDA CATALUÑA

En este caso, se abordará una nueva rotonda en la avenida Cataluña bajo el puente del ferrocarril para facilitar los giros y la movilidad de todo el entorno. La complejidad de esta actuación radica en que el puente da soporte a dos líneas de tren (la de alta velocidad y la del ferrocarril convencional) y su estructura no puede verse afectada, ello ha condicionado tanto la configuración en superficie como, sobre todo, la renovación de los numerosos servicios de gran envergadura que discurren bajo la calzada.

Esta Fase 2 ha sido de fácil resolución, como indican fuentes del Área de Urbanismo, dado ha bastado con llegar a un acuerdo con el ADIF. Sin embargo, de cara a la Fase 3, anticipan una mayor complejidad, dado que implica una afección mayor con los propietarios de suelos, lo que implicará la necesaria involucración de las juntas de compensación.

Una de las cuestiones que, desde los promotores privados, se demanda con mayor ahínco es la construcción de un puente que una la Z-30 con la Z-40, pasando sobre el río Gállego. Estos trabajos supondrían una magnífica nueva vía de comunicación de la zona, que la revitalizaría y animaría a desbloquear la construcción en suelos en la zona conocida como Soto del Gállego, que actualmente pertenecen al Sareb y a entidades bancarias como CaixaBank.

MÁS DE 10.000 NUEVOS VECINOS Y LA EXTENSIÓN A MOVERA

Con todo esto, puede hablarse ya de que la avenida Cataluña, tras décadas de desidia, se está convirtiendo en un eje de expansión de la ciudad que en cinco años atraería en torno a 10.000 nuevos residentes, pero eso no se queda ahí: una vez se consolide la vía, y teniendo en cuenta que su continuación encarnada en el barrio de Santa Isabel está plenamente consolidado, Zaragoza podría seguir extendiéndose hacia Movera.

En concreto, según el Plan General de Ordenación Urbana, hay prevista la construcción en lo que hoy no deja de ser un barrio rural un total de 1.846 viviendas, según informan desde el Área de Urbanismo. Repartidas en tres áreas, la principal es la que encarna la zona SUZ-MV1, donde están previstos casi 1.700 inmuebles.

De esta forma, la zona podría dejar de ser un barrio rural rodeado de huertas y desconectado de la ciudad para formar parte de un ambicioso eje poblacional que arrancaría en la avenida Cataluña, ya plenamente consolidada, y continuaría hacia el conglomerado Santa Isabel – Movera.