Ante un escenario social en el que el acceso a la vivienda no resulta precisamente sencillo, la idea de reconvertir locales en desuso en hogares parece una buena idea, la cual ha prosperado en distintas ciudades españolas. Sin embargo, en el caso concreto de Zaragoza la acogida hasta ahora ha sido más bien tímida.

Según un informe desarrollado por Idealista, la capital aragonesa ha reconvertido en dos años, entre 2021 y 2023, un total de 212 locales y oficinas en viviendas. Esta cifra deja a Zaragoza a la cola de las capitales provinciales, siendo Madrid, con 3.625 inmuebles, la que lidera la lista.

Le sigue Barcelona, con 2.233, y a partir de ahí entran ciudades más comparables a la capital aragonesa, como es el tercer puesto ocupado por Pontevedra (1.625). Completan el Top 5 Valencia (1.255) y Las Palmas (1.074).

El informe incluye también oficinas, pero si nos ceñimos estrictamente a la reconversión de locales, entre 2021 y 2023 se concedieron en Zaragoza un total de 68 permisos, que dieron lugar a un total de 103 viviendas, según cifras del Área de Urbanismo del Ayuntamiento. En este periodo, se han denegado en torno a una decena de permisos.

NO CIRCUNSCRIBIRSE A LA MALLA BÁSICA

Fuentes de Urbanismo informan que se están estudiando posibles flexibilizaciones a la regulación, con el fin de que se sumen más ciudadanos a esta tendencia. El mayor problema de la capital aragonesa es que la malla básica, en la cual no está permitido adecuar un local en vivienda, es muy extensa, lo que restringe mucho las posibilidades.

Por ejemplo, en distritos como Las Fuentes, forman parte de la malla básica no solo las grandes avenidas como puede ser Compromiso de Caspe, sino también calles secundarias. Poder flexibilizar este punto abriría la opción a muchos particulares que podrían estar interesados.

Del mismo modo, el Área de Urbanismo informa que también se han producido casos de irregularidades y han aumentado las denuncias por parte de vecinos. Tanto es así que, en ocasiones, ni siquiera se han solicitado permisos de obra.

Un ejemplo de ilegalidad fue la apertura de un hostal en Parque Roma, un inmueble que se alquiló indicando que iba a utilizarse como almacén. El alojamiento no tenía licencia ni cumplía los requisitos de habitabilidad para los servicios que estaba ofreciendo.

Del mismo modo, se han detectado casos de ciudadanos que han habilitado viviendas en bajos sin contar con la pertinente licencia, justificando que se trataba de un lugar de trabajo donde dormían puntualmente, algo que chocaba con la reforma realizada.

Como explican desde el Ayuntamiento, la normativa que se aplica es «restrictiva y garantista», precisamente para evitar la proliferación de hacinamientos e infraviviendas. Hay que tener en cuenta que la legislación marca una serie de requisitos para convertir un local en vivienda, debiéndose cumplir cuestiones relativas a salidas de humos, alturas mínimas, entradas de luz, etc.