La gestión energética de un edificio es un factor decisorio cada vez más relevante a la hora de elegir una vivienda. En el ámbito residencial, el gasto en climatización puede ser muy variable y, a día de hoy, las opciones son muy diversas: gas o electricidad, caldera propia o central, posibilidad de complementar con paneles solares… Asimismo, la preocupación por la sostenibilidad se ha acrecentado por parte de los compradores, que ya no solo buscan un piso que cumpla sus necesidades vitales, sino que además sea respetuoso con el medio ambiente.

A este respecto, cada vez está más claro que disponer de un sistema centralizado de climatización y ventilación es la fórmula más eficiente. De hecho, los últimos edificios con certificado Passivhaus que se están levantado en Zaragoza optan por esta alternativa.

Las instalaciones colectivas en las que se incorpora aerotermia, tienen entre otras ventajas aprovechar el aire como fuente renovable y gratuita, reducir el consumo de electricidad y, a su vez, la huella de carbono al no utilizar combustibles fósiles.

El sistema aprovecha la energía contenida en el aire para suministrar calefacción en invierno y refrigeración en verano. Usa unas bombas centralizadas de calor/frío para extraer y transferir la energía térmica, y así, por medio de un circuito de conductos, distribuye el aire climatizado por todas las estancias de las viviendas, proporcionando el confort térmico necesario.

Y eso, sin que existan duplicidades en los equipos. Es decir, ya no es necesario por ejemplo contar con un aparato de aire acondicionado en la propia vivienda, muchas veces instalado en la terraza, lo que quita espacio y además no permite, por ejemplo, ejecutar un cerramiento integral de la misma.

CONTROL DE LA CONCENTRACIÓN DE CO2

La ventilación colectiva con equipo de ventilación controlada renueva el aire interior, filtrándolo para eliminar impurezas como ácaros, mejorando la calidad del aire y controlando la humedad. Además, como principal novedad, permiten controlar la cantidad de CO2 que hay en el ambiente, regulando el flujo de aire para que se mantenga en niveles saludables.

Regulador de ventilación controlada / LOBE

Además, estas máquinas incorporan un recuperador de energía que hace que el aire que entra en la vivienda ya esté limpio y también atemperado, ya que aprovecha parte de la energía del aire que sale de las viviendas. En momentos extremos, puede haber en torno a 15ºC de diferencia entre la temperatura del aire exterior y el aire que ventila la casa.

AGUA CALIENTE SANITARIA

Se utiliza la aerotermia para la producción de agua caliente sanitaria, que se acumula en un depósito colectivo y se distribuye a cada vivienda, proporcionando el caudal de agua suficiente para la demanda de cada propietario, asimismo, se dispone de contadores individuales para controlar el consumo de cada propietario.

Todos estos equipos centralizados facilitan en gran medida el uso diario. Para climatizar la casa, tan solo es necesario seleccionar la temperatura y el modo de termostato, olvidándose de calderas, termos de agua caliente y equipos de aire acondicionado.

Y eso se traslada también al mantenimiento. Al estar unificado, es la comunidad la que se encarga de contratar tareas como el cambio de filtros, revisiones, etc., lo que evita duplicar trabajos y los gastos que estos conllevan.