Se trata de una de las obras más icónicas de Zaragoza, no solo por el hecho de construir vivienda en una zona muy céntrica, sino porque además lleva consigo la profunda renovación de un área que lo necesitaba: el Parque Pignatelli. La promotora encargada, AEDAS Homes, ha informado este miércoles de la entrega de las llaves a los nuevos propietarios de los inmuebles.

Son un total de 65 viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios, entre las que se incluyen bajos con jardín y áticos. Las áreas comunes disponen de garaje, trastero y piscina comunitaria, situada en la azotea del edificio. El edificio dispone de calificación energética A y certificado BREEAM gracias a medidas como ventanas de doble acristalamiento -que facilitan confort térmico y acústico- o la ventilación inteligente de doble flujo.

Los inmuebles ya están para entrara a vivir / AEDAS Homes

Como han señalado desde la promotora, la acogida ha sido muy buena y, a día de hoy, solo quedan dos viviendas por vender. Se trata de dos bajos con jardín de 3 y 4 dormitorios.

“Con la entrega de esta promoción, AEDAS Homes se reafirma como una promotora que cumple con sus compromisos en Zaragoza y que mira al futuro con un sólido proyecto de continuidad«, ha indicado la delegada de AEDAS Homes en Zaragoza, Ana Marrón. La compañía «sigue estudiando proyectos e inversiones, tanto puramente inmobiliarios como de regeneración urbana, como ha sido Pignatelli”, apunta.

Pero más allá de la propia comercialización de las viviendas en el parque Pignatelli, es la profunda reforma de la zona que ha traído consigo. Con una inversión de 5,7 millones de euros, dice adiós a una de las cicatrices urbanísticas más llamativas del centro de la ciudad de Zaragoza.

Las nuevas zonas verdes, que cubren un área de 30.000 m2, están presididas por un enorme lago de casi 100 metros de largo, con la posibilidad de navegar por él.

Además, se ha diseñado un vaso intermedio con una zona de jardines, plantas aromáticas, frutales y juegos infantiles, surcada por canales; y el vaso más alejado del parque actual, un amplio espacio con forma de anfiteatro, pero con un suelo de pradera.

Es decir, lo que era un agujero en medio de la ciudad consolidada se está convirtiendo en un oasis verde que redefine la zona, gracias al desbloqueo llevado a cabo por el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, de mano del consejero Víctor Serrano.