El sector inmobiliario es una de los opciones más consideradas por parte de los inversores. Por un lado, se trata de un bien que, en la mayor parte de los casos, ofrece un valor estable y, además, la subida en el precio de los alquileres ha hecho que ofrezca un retorno dificil de encontrar en productos financieros.

No obstante, también hay que tener en cuenta el riesgo, que en el caso de los bienes inmuebles viene derivado fundamentalmente de la posibilidad de que el inquilino no cumpla el acuerdo de pago periódico que ha alcanzado. En todo caso, a la hora de valorar si merece la pena invertir en una vivienda, no hay que tener en cuenta solamente la rentabilidad que se puede alcanzar con el alquiler de la misma, sino que también es fundamental la revalorización que ese inmueble va a tener a lo largo del tiempo.

Esta fórmula se llama rentabilidad combinada y revela el beneficio por alquilar el piso durante un año más el precio que se obtendría al venderlo tras ese periodo. Según un estudio de urbanData Analytics, la rentabilidad combinada en España a cierre de 2023 se situó en un 11,5%, siendo las ciudades que ofrecen mejores resultados Alicante (17,6%) y Palma (17,5%).

En el caso de Zaragoza, la rentabilidad combinada se sitúa en un 8,6%, por debajo de la media y comparable a ciudades como Tarragona (9%) o Sevilla (8,5%). La razón principal para que la cifra no sea tan pronunciada en el caso de la capital aragonesa es el hecho de que el precio del alquiler no se ha disparado tanto como en otras ciudades españolas, sobre todo aquellas influenciadas por el alquiler vacacional.

No obstante, Zaragoza ofrece una ventaja importante: los precios de los inmuebles no son tan altos como en el resto de grandes ciudades, por lo que está al alcance de un mayor número de inversores. Según los datos de Tinsa sobre precios de tasación, también a cierre de 2023, el precio del metro cuadrado se situaba en la capital aragonesa, de media, en 1.715 euros, lejos de los de Madrid (3.780 €/m2), Barcelona (3.714 €/m2), Málaga (2.252 €/m2), Sevilla (2.112 €/m2) y Valencia (2.019 €/m2).

Zaragoza es de las seis ciudades, además, la segunda en la que menos subió el precio el año pasado. Lo hizo un 3,6%, sólo por encima de Barcelona (3,5%). El aumento fue del 6,1% en Madrid, del 10,6% en Valencia, del 4,4% en Sevilla, y del 9,0% en Málaga.