El Barcelona Beach Festival (BBF), evento emblemático de la escena musical electrónica en España, ha anunciado su traslado a Madrid después de una década de celebración en la capital catalana. Esta decisión llega tras una serie de desencuentros con las autoridades locales de Sant Adrià de Besòs, donde se había llevado a cabo el festival en los últimos años.
El BBF, que cumplía su décimo aniversario en Barcelona, ha sido una parte integral del verano en la ciudad condal desde 2014. Sin embargo, las tensiones con el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs han llevado a los organizadores a buscar un nuevo hogar para el evento.
Los problemas con las licencias municipales han sido una constante fuente de fricción entre la organización del festival y las autoridades locales. En 2022, el festival apenas se celebró tras un acuerdo de último minuto con el gobierno municipal, y el año pasado se vio obligado a cancelarse por completo debido a la falta de licencias por parte del consistorio.
La decisión de trasladar el BBF a Madrid no es sorprendente, ya que la organización había estado explorando otras ubicaciones desde hace algún tiempo. A finales del año pasado, se anunció que el festival se llevaría a cabo en Santiago de Compostela bajo el nombre de O Gozo Fest, pero ahora Madrid se ha convertido en el nuevo destino para el evento.
CARTEL DEL EVENTO
Los cabeza de cartel para la edición de este año en Madrid incluyen nombres destacados como Armin Van Buuren, Claptone, Hardwell, Koro Lova, Marshmello, Martin Garrix y Sam Feldt. Las entradas para el festival salieron a la venta el pasado viernes 9 de febrero a las 10:00 horas, con una preventa exclusiva para los registrados en Live Nation el día anterior.
El traslado del Barcelona Beach Festival marca el fin de una era para la escena musical electrónica en la ciudad condal, pero también representa una nueva oportunidad para Madrid de consolidarse como un destino importante en el circuito de festivales de música electrónica en España.
Sin embargo, para muchos seguidores del BBF, la nostalgia por los veranos en la playa de Barcelona perdurará mientras el festival continúe su viaje hacia nuevos horizontes.