La Copistería Low Cost, una empresa aragonesa de impresión, se encuentra en el centro de una controversia en Cataluña tras un incidente que ha desencadenado un boicot. El conflicto comenzó con un malentendido en un pedido web, realizado en catalán, que el personal de la copistería solicitó que se repitiese en castellano.

La clienta, ofendida por la respuesta, compartió la conversación en redes sociales, provocando una avalancha de críticas hacia la empresa.

Bogdan Brie, fundador de la Copistería Low Cost, expresó que la situación empezó por un empleado rumano que no comprendía bien el catalán y que ha sido sacado de contexto. Brie admite un error por no haber utilizado un traductor online pero que no existe una política de empresa contra el uso del catalán. De hecho, en sus sucursales en Barcelona, donde tienen un mercado significativo, empleados locales atienden en catalán sin problemas.

La situación escaló hasta el punto en que una de las tiendas en Barcelona amaneció con pintadas, y la empresa ha enfrentado amenazas tanto físicas como en línea. Brie lamenta que este incidente pueda afectar negativamente al volumen de negocios de la empresa en Cataluña.

Copistería Low Cost, fundada en Huesca en 2012 y establecida en Zaragoza en 2014, se ha destacado por ofrecer servicios de impresión a precios competitivos, siendo muy popular entre estudiantes universitarios.

La empresa, con tres tiendas físicas en Zaragoza y una presencia en más de 20 ciudades españolas, ha experimentado un crecimiento exponencial gracias a su modelo de negocio basado en pedidos online, que cubre prácticamente todo el territorio nacional.