El Gobierno de España, en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT), ha anunciado planes para implementar medidas más estrictas este mismo año en relación con la conducción de motocicletas de 125 centímetros cúbicos. Entre las nuevas regulaciones, destaca la obligatoriedad de realizar un curso para poder conducir este tipo de motos, incluso para aquellos conductores que cuenten con 3 años de experiencia con el carnet B.

Esta medida ha generado un intenso debate, ya que se ha comparado con la normativa aplicada en Francia, donde a pesar de tener requisitos similares, la siniestralidad no ha disminuido significativamente. Además, se ha cuestionado si este requisito tiene un claro objetivo recaudatorio por parte del gobierno. Hasta el momento, se disponen de pocos detalles sobre la implementación de esta normativa, aunque se espera que entre en vigor en 2024.

Una de las incógnitas más relevantes que aún no ha sido aclarada es si aquellos conductores con experiencia considerable en el manejo de motos de 125cc estarán exentos de realizar el curso obligatorio. En Francia, por ejemplo, aquellos que puedan demostrar dos años de experiencia con este tipo de motocicletas pueden evitar la realización del curso, que tiene una duración de 7 horas y un coste aproximado de 300 euros. En España, este aspecto aún está por determinarse.

QUEDARÁN PROHIBIDOS LOS CASCOS JET

Además, otra medida que se implementará será la obligatoriedad de llevar guantes homologados al conducir en carretera. Sin embargo, una de las disposiciones que afectará a un gran número de usuarios de motocicletas, no solo de 125cc, es la prohibición del casco jet. Este tipo de casco, conocido por su diseño que deja la cara expuesta, será prohibido una vez se publique la normativa correspondiente.

Aunque los cascos jet son populares, especialmente en climas cálidos debido a que son menos agobiantes que los integrales o modulares, ofrecen una protección reducida en comparación con los mencionados anteriormente. En caso de accidente, las lesiones pueden ser graves e incluso fatales. Por lo tanto, esta medida busca promover el uso de cascos más seguros para garantizar la protección de los conductores en las carreteras españolas.