El voto de los ciudadanos de Teruel, Soria o Segovia vale casi cuatro veces más que el de un madrileño en las elecciones generales. Así, para obtener un escaño en Madrid se necesitan 141.179 electores, mientras que en Teruel tan solo 35.540.

Ésta es una de las conclusiones que se pueden extraer al consultar el número de electores que se necesita en cada provincia para obtener un escaño, que ha dado a conocer compañía especializada en tecnología geográfica Esri España, con motivo de la celebración de las próximas elecciones generales el 23 de julio.

Según ha señalado, en el sistema electoral español el voto rural pesa más que el urbano, haciendo que las regiones poco pobladas se vean más representadas. Un total de 45 provincias tienen menos de 1,5 millones de habitantes cada una de ellas y juntas acumulan el 53,3% de la población nacional, pero, sin embargo, eligen el 62.9% de los escaños del Congreso.

Esto se traduce en que las provincias pequeñas, los partidos políticos necesitan menos votos para obtener un asiento. Por ejemplo, conseguir uno de los tres escaños que se reparten en Teruel requiere de cuatro veces menos votos que en Madrid.

De este modo, se puede ver que la variante geográfica juega un papel fundamental en un proceso tan importante como las elecciones, ya que cada voto posee un valor diferente según la ubicación de la que proceda.

Gracias a los Sistemas de Información Geográfica, GIS por sus siglas en inglés, es posible reunir todos los datos y dotarlos de un contexto que los sitúe en espacio y tiempo, lo que permite a los ciudadanos y a los partidos políticos saber el valor real de su voto.

Esri España ha puesto a disposición de la ciudadanía un mapa interactivo en el que consultar el número de electores necesarios para obtener un escaño en cada región y realizar comparativas entre los diferentes territorios nacionales.

LOS VOTOS CON MÁS VALOR

El top 10 de las provincias donde más vale el voto son, principalmente, las menos habitadas, ya que la población se encuentra muy dispersada. La variación del valor es tal que un voto en Teruel equivale a 3,9 en Madrid. Así pues, se establecen en el top 3: Teruel, con 35.450 electores necesarios por escaño, seguida de Soria con 37.875 y de Segovia con 39.812.

En contraposición, los territorios donde menor valor posee el voto son las zonas con gran densidad poblacional, pero, pese a ello, son las que más escaños aportan de manera individualizada, por ejemplo, como se puede ver en la gráfica que sigue, un voto en Madrid equivale a 0,25 votos en Teruel. Para compensar esto, Madrid suma un total de 37 escaños al Congreso.

De este modo, las tres áreas del país donde menor rédito tiene el voto son Madrid con 141.179 electores por escaño, seguida de Asturias con 137.000 y A Coruña con 135.704.

Desde Esri España han recalcado que los escaños no son proporcionales al número de habitantes de cada una de las provincias, ya que esta relación se ajusta con el objetivo de que exista una equidad entre los territorios y esto influye directamente en el número de electores necesarios para obtener cada uno de los escaños.

Esto se debe a que el sistema electoral español se basa en la Ley D’Hondt para repartir los asientos entre las candidaturas de forma proporcional al número de votos obtenidos. Para ello, se divide la cifra alcanzada por cada partido por una serie de divisores sucesivos, asignando los escaños a los partidos con los cocientes más altos hasta completar todos los asientos disponibles.

Además, a esto hay que añadirle la Ley del Divisor Imperial, un principio que garantiza la representación equitativa de las provincias menos pobladas al aumentar ligeramente su número de escaños en comparación con lo que les correspondería estrictamente según su población.

Como resultado, algunas provincias con menor población tienen un número de escaños relativamente mayor en comparación con su número de habitantes, lo que implica que el voto de un ciudadano en una de esas provincias tiene un peso ligeramente mayor que el de otro en una provincia más poblada.