Este año, la española Maria Branyas se convirtió en la persona más longeva del mundo a la impresionante edad de 116 años. Residiendo en la residencia Santa Maria del Tura en Olot, Girona, Branyas es un ejemplo de longevidad y vitalidad, manteniéndose activa incluso en redes sociales como Twitter.

Su extraordinaria trayectoria de vida, que incluye haber sobrevivido al Covid-19, una guerra civil, un terremoto y un gran incendio, ha captado la atención de medios internacionales, incluido The Sun.

A pesar de los desafíos, Branyas solo enfrenta problemas menores de audición y movilidad, mientras que su mente y sistema cardiovascular permanecen en óptimas condiciones. Sorprendentemente, recuerda eventos desde que tenía cuatro años. Su secreto para una vida tan larga y saludable, según ella, reside en no seguir dietas estrictas, pero sí comer en pequeñas cantidades, mantenerse alejada de la gente tóxica, vivir en tranquilidad y consumir un yogur al día.

El consumo regular de yogur natural es conocido por sus múltiples beneficios para la salud, lo que podría estar relacionado con la longevidad de personas como Branyas. Este alimento es rico en probióticos, bacterias beneficiosas que mejoran la función gastrointestinal.

Estudios realizados en España han mostrado que los probióticos pueden mejorar la función intestinal y reducir la incidencia de condiciones como el síndrome del intestino irritable. Además, el yogur ha sido vinculado con la prevención del cáncer de colon y la reducción del colesterol.

Un estudio de 2001 destacó la relación entre el consumo de yogur y la disminución de los niveles de colesterol en sangre en pacientes con diabetes tipo 2.

La historia de Maria Branyas no solo es un testimonio de supervivencia, su enfoque en la alimentación moderada, la tranquilidad mental y la inclusión de alimentos beneficiosos como el yogur en su dieta diaria resalta la importancia de los hábitos alimenticios y el bienestar emocional en la longevidad.