El Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado que prevé ampliar seis años la concesión de la depuradora de La Cartuja, la principal de la ciudad, para realizar nuevas inversiones que mejoren el tratamiento y la protección frente a los vertidos industriales.

Tal y como explicó el consejero Víctor Serrano, la sociedad municipal Ecociudad Zaragoza abordará este asunto en el Consejo de Administración del jueves. «Estas nuevas inversiones nos permitirán alargar la vida útil de la La Cartuja y atender parte de los requerimientos planteados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para mejorar la depuración de la margen izquierda«, señaló.

Se prevé realizar cuatro grandes actuaciones que supondrán la mejora del bombeo del Vado, la creación de un baipás para las aguas industriales del polígono Malpica, tratamientos fisicoquímicos en los decantadores primarios y la automatización de la limpieza de los decantadores secundarios.

Una decisión que no ha sido bien recibida por el PSOE, quien ha convocado una rueda de prensa para trasladar su opinión al respecto.

La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, ha manifestado que esta depuradora se construyó en la ciudad de Zaragoza hace 35 años, «una Zaragoza en la que no existía Valdespartera, no existía Arcosur, ni que tan siquiera la población era la misma ni cómo estaba distribuida».

«Tampoco estaba la incorporación de empresas de las que hay actualmente y por lo tanto los residuos industriales no responden los de hace 35 años a los que hay ahora. Ni tan siquiera las exigencias de la Unión Europea que han avanzado en estos años», ha manifestado Ranera.

Ranera ha explicado que están de acuerdo en que se haga una revisión de la ciudad porque en este tiempo ha cambiado pero «en vez de buscar un consenso político con los grupos políticos, nos encontramos con una decisión unilateral de la señora Chueca«.

Según Ranera la decisión de prórroga se debe a tres motivos o causas «por la incapacidad de este gobierno a poner en marcha unos pliegos en materia de depuración, por no tomar decisiones importantísimas y retos importantes de ciudad como es el tema de la depuración y por último, los gobiernos tienen que elegir en qué se gastan el dinero».

«Con esta operación de parcheo lo único que estamos haciendo es una patada para adelante y el que venga dentro de seis años ya organizará, si puede y si tiene dinero y a Europa, el auténtico problema que es tener un plan estratégico para decidir qué nueva depuración acometemos en la ciudad», ha recalcado.

Según Ranera «una situación de extrema gravedad porque estamos condenando las arcas municipales para los próximos años».

Por su parte el Gobierno de la ciudad ha manifestado que la ampliación de 6 años de la concesión de la gestión de la EDAR La Cartuja, la principal depuradora de la ciudad, fue «informada a los grupos municipales» y permitirá realizar nuevas inversiones que mejoren el tratamiento y la protección frente a los vertidos industriales.

Además han señalado que «todo ello posibilitará la adecuación de las instalaciones mientras se clarifica la legislación que condicionarán el futuro sistema de depuración de la ciudad, una normativa europea que aún no se ha terminado de perfilar en los propios organismos de la UE».