Sanidad confirmó a principios de este año 2024 que la enfermería pasaría a recategorizarse dentro del grupo funcionarial A1. Algo que el gremio lleva años luchando para que este colectivo sanitario viera por fin equiparado su trabajo y sus oportunidades laborales a otras profesiones con los mismos créditos de estudio.

Con esta medida se lograría superar la limitación que les impide avanzar en su carrera profesional, que no les permite aspirar a puestos de gestión, o a recursos de investigación y a muchas oportunidades laborales de crecimiento por pertenecer a la categoría A2.

Teresa Tolosana, la primera mujer presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, asegura que cambiar la ley de ordenación les «abrirá muchas puertas» y que, además será muy importante «no solo para las enfermeras sino también para la sociedad y para el sistema sanitario completo», comenta en una entrevista para HOY ARAGÓN.

Otro gran hito que se ha puesto en marcha también este reciente año es la posibilidad de indicación de medicamentos por parte del colectivo, que hasta ahora no tenía la capacidad de poder elaborar recetas. Por el momento «quedan guías por elaborar y añadir los protocolos por parte del Gobierno de Aragón», pero el colectivo ya puede elaborar recetas de medicamentos no sujetos a prescripción.

Pero el asunto de la indicación de medicamentos trae detrás un problema que venía generado por el «desconocimiento y la falta de información fuera y dentro de la profesión», comenta Tolosana, ya que desde la profesión se sentía como una exigencia de responsabilidad más. Pero, lejos de ser así, «la indicación enfermera no está pensada para que la enfermera tenga más trabajo o coja competencias de otras profesiones, sino que pueda finalizar bien su trabajo».

Gracias a la adquisición de esta nueva competencia, para la que siempre estuvieron preparadas pero no tenían el permiso, la presidenta del Colegio de Enfermeras asegura que habrá un «mayor crecimiento profesional» y que esto repercutirá directamente en beneficio del usuario.

«Desde el colegio intentamos que todo lo que hacemos sea pensando en las enfermeras, pero sobre todo pensando en el usuario, y a través del usuario pensando en el sistema», explica Tolosana.

LUCHANDO POR LA EDUCACIÓN DEL USUARIO

La vida sana y activa se mantiene como tendencia gracias a la cantidad de información de la que se dispone hoy en día gracias a internet, a las redes sociales y las cuentas que promueven este estilo de vida. Pero a su vez continúa en alza la tendencia al sobrepeso adulto e infantil y empeoran los hábitos de la población adulta.

Teresa Tolosana menciona la Declaración de Alma-Ata que surgió en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, llevada a cabo en septiembre de 1978, por la que se incidía en la prevención y promoción de la salud por parte del personal sanitario.

«Esto es algo que no hemos conseguido: no hemos conseguido una población mas sana y con mejores hábitos de salud, sino que cada vez vemos una población mucho mas medicalizada y mas dependiente del sistema sanitario».

Toda la responsabilidad no puede caer en el sistema sanitario, teniendo en cuenta que es el usuario final el responsable de sus acciones, pero Tolosana si cree que «el sistema sanitario ha acostumbrado el usuario a acudir al centro sanitario» y este es uno de los motivos por el que el sistema sanitario, en ocasiones, colapsa.

Esto choca con otro de los grandes problemas del sector, que es la falta de profesionales, sobre todo teniendo en cuenta la peculiaridad del territorio aragonés, cuyas capitales de provincia se encuentran rodeadas de pueblos rurales que luchan contra la despoblación.

Los datos evidencian este problema a nivel rural, ya que de 178 plazas que se publicaron este año para la zona de el Bajo Aragón, los únicos puestos que se han cubierto han sido los más cercanos a la capital, como Híjar o Alcañiz, pero «el 92% de las plazas se han quedado desiertas».

«El mundo rural no es atractivo para ir a trabajar en este momento», comenta Tolosana, que opina que la solución pasa por «conseguir que las condiciones laborables de esta comunidad sean más atractivas para que estos profesionales opten por esos sitios de difícil cobertura».

EL SECTOR VA GANANDO INFLUENCIA

La visibilidad de este colectivo sanitario llegó por primera vez con la crisis sanitaria del COVID-19, la población empezó a poner en valor el trabajo del personal sanitario como nunca antes se había hecho y esto dio un impulso a lo enfermeros y enfermeras.

Aunque ese momento histórico sembró el precedente, todavía es necesario generar más visibilidad y «más capacidad de influencia en sitios en los que se hable de políticas y temas sanitarios». La cuestión es que, tras muchos años de lucha y de intentar hacerse oír, los profesionales de la enfermería están empezando a ver ese ansiado reconocimiento. Por el momento se han conseguido dos grandes puestos que siembran el precedente de lo que depara el futuro de la enfermería: una Dirección General de cuidados y una Directora de Área de enfermería, por lo que las enfermeras «poco vamos cumpliendo esos retos que nos habíamos planteado», concluye la presidenta del Colegio.