La Policía Nacional se encontró el escenario de una brutal pelea en el número 25 de la calle Lastanosa, en el zaragozano barrio de Delicias. José Luís yacía muerto y a su lado, con graves heridas de arma blanca por su cuerpo, Tomás.

La hija del segundo había denunciado la desaparición de su padre dos días antes. Nadie lo encontraba y no respondía a los mensajes. Pocos presagiaban que iba a aparecer cubierto de sangre.

Tras confesar el crimen y alegar que lo había hecho en defensa propia fue trasladado a un hospital zaragozano para curar las heridas que revestían mayor gravedad para después trasladarlo al Centro Penitenciario de Zuera.

Ingresó a principios del mes de marzo, según testigos presenciales, con las facultades físicas muy mermadas. fueron hasta cuatro las personas que tuvieron que asistir a este hombre de cerca de 60 años a su llegada a prisión.

Iba en silla de ruedas y no se pudo levantar ni siquiera para dar sus huellas dactilares, parte del procedimiento de llegada de un nuevo interno. Desde ese momento ingresó en el módulo de enfermería. «Daba la sensación que venía de un campo de batalla. La lucha que ambos pudieron llegar a tener fue muy agresiva», explica una fuente cercana a HOY ARAGÓN.

Lleva un mes ingresado en el módulo de enfermería de la cárcel zaragozana con cuidados constantes. También padece secuelas que arrastra de sus heridas, especialmente en cabeza y brazos donde, al parecer, podría haber recibido algunas puñaladas y golpes.

UNA PELEA QUE PUDO PRODUCIRSE HORAS ANTES

Lo que sucedió en el 5ºA del bloque de viviendas ya mencionado del barrio de Delicias pudo haberse producido horas antes de que los agentes descubrieran la escena. El cuerpo de José Luis, la víctima, estaba frío lo que podría indicar que llevaba horas muerto.

El superviviente llamó a su hija para alertarle de la situación, quien a su vez llamó al 091. Víctima y presunto autor de los hechos se conocían no solo del barrio sino también del sector hostelero, en el que ambos habían trabajado.