El vuelo en parapente es una actividad emocionante que atrae a numerosos aficionados en busca de aventura y libertad en los cielos. Sin embargo, esta práctica no está exenta de riesgos, y un error puede tener consecuencias devastadoras.

LOS RIESGOS DE VOLAR EN PARAPENTE

Uno de los mayores peligros en el parapente es un fallo en el equipo. La rotura de un mosquetón o una cuerda pueden resultar mortales, ya que el parapentista depende completamente de su equipo para mantenerse seguro en el aire.

Otro riesgo significativo son los errores en la interpretación de las corrientes de aire. Las corrientes ascendentes y descendentes pueden atrapar a los pilotos desprevenidos, provocando giros bruscos o pérdidas de altitud repentinas que pueden llevar a situaciones peligrosas.

Además, es crucial evitar las colisiones con objetos en tierra, como tendidos eléctricos u otros obstáculos. Un aterrizaje forzoso en un terreno accidentado puede resultar en lesiones graves o incluso la muerte.

Estos peligros se hicieron lamentablemente evidentes recientemente en una trágica colisión entre dos parapentes en una playa de Almonte, Huelva. Según informes del servicio de emergencias 112 de Andalucía, los dos parapentistas chocaron y cayeron en una zona de dunas de difícil acceso en la playa de Castilla. A pesar de los esfuerzos de rescate, uno de los accidentados perdió la vida.

Ante este trágico incidente, se ha activado el protocolo judicial para investigar las circunstancias del accidente. Este desafortunado suceso sirve como recordatorio de los peligros inherentes al vuelo en parapente y la importancia de tomar precauciones adecuadas en todo momento.