Eran las siete de la madrugada cuando dos amigas, zaragozanas,  ambas de 22 años, salían de la discoteca ‘Kenbo’ con la intención de regresar a sus casas. En un momento de su recorrido juntas observan como un hombre les está siguiendo.

Se trataba de un hombre, según las descripción de las chicas, corpulento que no llevaba camiseta. Según sus declaraciones ala policía, veían como cada vez estaba más cerca. Cuando se paraban, paraba y cuando seguían, continuaba tras ellas. Cada vez se acercaba más.

Al ver que este hombre continuaba tras ellas se pusieron a correr. Una de ellas se desvió al ver a una pareja paseando a un perro para pedirles ayuda. La otra continuó a la carrera seguida por este hombre.

A la altura de Paseo Longares, es decir, a más de kilómetro y medio, unos 28 minutos andando desde la discoteca de la que habían salido, el perseguidor da alcance a una de las chicas.

«ME VAIS A TENER QUE LLEVAR POR LA FUERZA»

De manera agresiva e intimidatoria, recuerda la joven, le pide todo lo que lleve encima. ella le da la cartera con 30 euros y el teléfono móvil. Durante la persecución, un amigo de las jóvenes llamaba a la Policía Nacional que encontraba al hombre escondido entre unos coches en la calle Molino de las Armas.

El hombre llevaba dos teléfonos, uno de ellos de una de las chicas. Acaba reconociendo los hechos y al ser detenido se dirige a los agentes de manera violenta: «No os atreváis a tocarme. No voy a irme detenido; me vais a tener que llevar por la fuerza».

El hombre antes de ser reducido al no querer ir con los policías, acaba lesionando a uno de ellos tras soltarle patadas y puñetazos. Una persecución de casi 2 kilómetros que acabó a la carrera a dos chicas de madrugada que terminó con la detención del presunto atracador y la recuperación de las pertenencias por parte de la chicas.