Un sacerdote de Zaragoza ha fallecido en la madrugada de este jueves tras prenderse su cuerpo en llamas con la parafina de una vela. Los hechos sucedieron el pasado sábado durante la Vigilia Pascual que estaba celebrando en el convento de las hermanas Concepcionistas Franciscanas, en el zaragozano barrio de Santa Isabel, donde residía. Al parecer, el fuego se propagó de forma fulminante por la sotana del religioso, causándole daños irreversibles.

Javier Sánchez tenía 60 años y era el párroco del barrio de San Gregorio. Conocido como ‘el cura rockero’, sus círculos cercanos lo definen como una persona «abierta y avanzada» dentro de la Iglesia. «Durante la pandemia, daba misa por zoom y pegaba las fotos de los feligreses en los bancos de la iglesia», relata Juan Antonio Andrés, presidente de la asociación de vecinos de La Jota.

El sacerdote fue párroco en este otro barrio zaragozano en una etapa anterior, durante cinco años. Su paso por La Jota coincidió con el 40 aniversario de la asociación de vecinos y Javier Sánchez colaboró en las celebraciones dando un concierto. «Era una persona muy querida y la gente mayor alucinaba con él», comenta Andrés.

Al parecer, la causa del accidente fue una chispa que saltó a su hábito al encender la vela. De inmediato, el sacerdote fue trasladado en ambulancia al hospital Miguel Servet de Zaragoza. Desde el pasado sábado de Semana Santa, Javier Sánchez se ha debatido entre la vida y la muerte. Las graves quemaduras le provocaron un fallo multiorgánico que, finalmente, no ha podido superar, falleciendo esta madrugada en la uci del citado centro hospitalario.

Fuentes cercanas a la víctima informan de que el funeral será este viernes, a las 12.00 horas. Será una ceremonia privada en el convento de las hermanas Concepcionistas Franciscanas.