Con sus pintorescos edificios blancos de baja altura, sus estrechas calles empedradas y sus escaleras laberínticas, Binibeca Vell es considerada la Mikonos de Menorca. Sin embargo, al igual que la isla griega y Venecia, esta encantadora localidad balear enfrenta problemas debido al descontrolado número de visitantes.

Cansados de las multitudes de turistas que inundan este pueblo costero de apenas mil habitantes, la comunidad ha decidido tomar medidas. En lugar de esperar acciones del ayuntamiento, los propietarios han impuesto nuevas normativas para los visitantes.

VISITAR BINIBECA VELL ESTE VERANO

Binibeca Vell establece nuevo horario de visitas, situado en el extremo sur de la isla de Menorca, recibe anualmente a más de 800.000 turistas ansiosos por capturar la pintoresca estampa del pueblo, en realidad una reproducción de los años sesenta de un auténtico pueblo de pescadores.

Para los residentes locales, esto implica lidiar con ruidos molestos, comportamientos invasivos y la acumulación de basura en las calles. «Los turistas entran en las casas, se sientan en las sillas, tocan cosas, escalan paredes, organizan fiestas al aire libre para beber», compartió un vecino con el portal de noticias ElDiario.es el mes pasado. «Si no se regula, esto ocurrirá cada verano».

QUEJAS VECINALES

Los residentes expresan su frustración ante la falta de acción por parte de las autoridades. Sin embargo, la asociación que representa a los 195 propietarios de Binibeca Vell no culpa directamente a los turistas.

En su lugar, consideran que la responsabilidad recae en las autoridades locales, quienes no han establecido regulaciones para salvaguardar el bienestar de los residentes. En su sitio web, Binibeca se describe como un «condominio de propiedad privada», y la asociación de propietarios desea dejar claro que se trata de una zona residencial.

Ante esta situación, la asociación ha intervenido imponiendo un horario de visitas, siguiendo el ejemplo de otras comunidades que han experimentado problemas similares debido a la saturación turística. A partir de principios de mayo, se solicita que las visitas se realicen únicamente entre las 11:00 y las 20:00 horas.

LA CAMPANA DE BINIBECA

La Campana de Binibeca plantea la posibilidad de cerrarse a los turistas. Además de establecer un horario de visitas, la comunidad ha sugerido la posibilidad de cerrar por completo al turismo si persisten las conductas perturbadoras.

Óscar Monge, presidente de la comunidad de propietarios, ha anunciado que en agosto se llevará a cabo una votación entre los residentes para decidir si clausurar definitivamente el complejo a los visitantes, en caso de que las autoridades continúen sin abordar el problema.

Según informa el ‘Majorca Daily Bulletin’, el Consejo de Menorca y el Ayuntamiento de Sant Lluís otorgan a los residentes un subsidio anual de algo más de 25.000 euros para el mantenimiento de sus propiedades y para preservar el encanto del pueblo.

«Siendo una urbanización privada desde hace 52 años, cada vez nos resulta más complicado disfrutar de unas vacaciones tranquilas, ya que pagamos un precio alto por ser la atracción turística más destacada de Menorca», expresó Monge a los medios locales.

«Binibeca es promocionada por las autoridades y las empresas turísticas, pero ¿qué beneficio obtenemos nosotros?», se cuestionó.