La revolución tecnológica ha alcanzado también a los sistemas de control de tráfico. Desde hace más de un año, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado unos dispositivos llamados «radares invisibles», capaces de detectar infracciones en cualquier carretera. Estos dispositivos son de tamaño reducido, lo que dificulta su detección, y los agentes de tráfico emplean estrategias para evitar que los conductores se percaten de su presencia y compartan su ubicación en plataformas como «SocialDrive», donde se muestra un mapa con información actualizada.

Según la DGT, en España hay alrededor de 60 de estos dispositivos. En el mapa web proporcionado por «SocialDrive», se indica la ubicación más frecuente de los radares en Aragón: Carretera A-22, kilómetro 79 en sentido Barcelona; Calle Clara Campoamor en el Actur de Zaragoza; Calle Adolfo Aznar en el Actur; Ronda Hispanidad (Tercer Cinturón) a la altura del barrio de Las Fuentes

LOS RADARES VELOLÁSER: CAMBIAN SIN PREVIO AVISO

Estos radares veloláser tienen la capacidad de cambiar de ubicación sin previo aviso, y los usuarios de la plataforma van alertando sobre los cambios en la posición de estos dispositivos. Según se informa, aproximadamente el 44% de los radares se ubican entre las 8:00 y las 13:00, mientras que el 29% de los dispositivos se colocan entre las 17:00 y las 21:00.

Los radares veloláser, utilizados por la Dirección General de Tráfico, se destacan por ser los dispositivos más pequeños y precisos disponibles. Con un peso de 2 kilos, son inalámbricos y pueden ser controlados a distancia. Estos radares tienen un margen de error de 2 kilómetros por hora en un rango de hasta 1.500 metros de distancia y pueden funcionar durante 8 horas sin necesidad de recarga. Su alta sensibilidad los convierte en una herramienta eficiente, especialmente en entornos urbanos.

Estos dispositivos poseen especificaciones técnicas que les permiten detectar infracciones y excesos de velocidad, sin importar la dirección de circulación. Esto significa que, aunque se encuentren ubicados en un sentido determinado, también pueden sancionar a los vehículos que circulen en sentido contrario. Los cinemómetros controlados por Wifi tienen una precisión de entre 15 y 50 metros de distancia, y son capaces de distinguir entre diferentes tipos de vehículos, como turismos convencionales y vehículos más grandes. Por lo tanto, pueden aplicar límites de velocidad específicos para cada tipo de vehículo.