Un incidente ocurrido insólito en un tren de Renfe que debió efectuar el trayecto entre Tortosa y Barcelona. El miércoles por la noche, el maquinista declaró que dos personas estaban teniendo relaciones sexuales en la cabina de la locomotora. Como consecuencia, el maquinista se negó a pilotar ese vagón y se activó una unidad de repuesto para el viaje. Según informes, uno de los intrusos era el interventor del tren, quien se había colado en la cabina para mantener encuentros íntimos de manera clandestina.

El tren en cuestión, parte de la línea R16 de Rodalies, une las Terres de l’Ebre con Barcelona, ​​atravesando Tarragona. Esta línea es conocida por sus retrasos y problemas frecuentes. Aunque la demora del miércoles no sorprendió a los habituales, la causa fue inusual. El maquinista que entró a la cabina antes de la partida encontró a su compañero ya una mujer en una situación comprometedora. Esto puede causar su objeción a pilotar la unidad hasta que el compartimento fuera limpiado.

Renfe puso en marcha una locomotora de repuesto, unida al convoy de vagones donde los pasajeros ya esperaban. No se han proporcionado detalles sobre si el trabajador se sorprendió en la cabina completó el viaje. Sin embargo, la compañía concedió que se ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y que podría aplicar una sanción al interventor por su conducta inapropiada en el trabajo.

Los problemas recurrentes en los trenes de Rodalies y Regionales, que transportan más de 300.000 pasajeros al día, han llevado a la Generalitat a solicitar la transferencia de competencias para gestionar el servicio. En un período de cuatro meses, entre enero y abril, alrededor de 480.000 pasajeros se vieron afectados por diversas incidencias en estos trenes, según estimaciones de la Cámara de Comercio de Barcelona.