La técnica del gotelé, proveniente del francés «gouttelette», ha sido durante mucho tiempo la elección común para ocultar imperfecciones en las paredes de hogares españoles. Sin embargo, con la modernización y la creciente preferencia por alternativas más estéticas, como el pladur, la popularidad del gotelé está en declive.

Eliminación del gotelé

Aunque el gotelé persiste en muchas viviendas, removerlo no requiere la intervención de profesionales. Paso a paso:

Preparación del espacio: Antes de comenzar, protege tu hogar. Cubre o retira muebles, protege ventanas y enchufes. Asegúrate de usar equipo de protección personal, como mascarilla, gafas y guantes.

Humedecimiento y raspado: Humedece la pared con agua para cambiar su color, indicando suficiente humedad. Raspa cuidadosamente de abajo hacia arriba si es gotelé de tipo temple. Para gotelé acrílico, usa un decapante y lija las imperfecciones después de retirarlo.

Pasta y alisado: Para gotas grandes, aplica una pasta para cubrir la textura. Lija suavemente antes de extenderla con un rodillo. Aplica una segunda capa si es necesario para una superficie más lisa.

Limpieza y pintura: Elimina el polvo y aplica una pasta niveladora. Lija y aplica un fondo fijador. Después de secar, pinta las paredes con cuidado, recortando con brocha y usando un rodillo para un acabado uniforme.

Detalles finales: Retira protectores del suelo y puertas. Aplica adhesivo a los zócalos y pégalos para un toque final.

Selecciona la pintura adecuada

A la hora de elegir la pintura para las paredes, considera factores clave:

Pinturas de látex o plásticas: Acrílicas y vinílicas son opciones comunes para interiores, ofreciendo resistencia y fácil aplicación.

Acabados: Matte para imperfecciones, satinada para un término medio, y brillante para un aspecto reflectante y lavable.

Esmalte sintético: Resistentes y duraderas, ideales para interiores y exteriores, aunque con tiempos de secado a tener en cuenta.