El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha descartado el desabastecimiento a causa del conflicto en Ucrania y ha advertido de que lo que preocupa es el «encarecimiento excesivo». Ahora, ha declarado, «no es un problema de exportaciones, sino que hay que rebajar y reducir los costes, disparados, para garantizar los procesos de producción». Olona ha subrayado la necesidad de asumir que el reto del sector cárnico de Aragón pasa por consolidar a la comunidad autónoma como granero y convertirlo en despensa, no solo de la población aragonesa, sino como un referente de la seguridad alimentaria global.

«Si antes de la crisis provocada por la infame guerra de Ucrania ya era cuestionable reducir nuestra capacidad productiva por la limitación del uso de la tierra, de los fertilizantes y de los fitosanitarios, ahora todavía lo es más y esto debería revisarse ante el nuevo contexto mundial», ha señalado el consejero. De manera que ha aludido a la necesidad de que las instituciones europeas abandonen «la senda de la ociosidad e infrautilización» de los recursos agrarios y, por contra, recuperen la de la producción y la productividad agrícola, a las que se ha referido como «imprescindibles para el desarrollo» y no necesariamente incompatibles con una sostenibilidad ambiental.

«Nuestra propuesta –‘Aragón, de granero a despensa’– pretende fortalecer un sistema agroalimentario que ya abastece a más de diez millones de personas, y no se sustenta en la infrautilización de los recursos, pero tampoco en su destrucción», ha añadido. Por este motivo, «pedimos que Bruselas recupere, con la valentía y prudencia necesarias, la senda de la producción y la productividad sostenible».

De otro modo, ha manifestado su propuesta sobre una menor dependencia del exterior, ya que 40 por ciento de la materias primas de los sistemas de fabricación de piensos en Aragón son importadas, «y es una cantidad muy alta que hay que reducir». La primera reunión de la mesa tuvo lugar en el mes de febrero y esta segunda sesión se ha convocado con un doble objetivo: Trasladar una propuesta común sobre el futuro del sector cárnico –ganadería e industria cárnica– y abordar la situación derivada del conflicto en Ucrania.

En este encuentro, Olona ha trasladado a los representantes una propuesta que incluye principios de actuación, basados en las inquietudes trasladadas por el sector, como son la protección de las explotaciones familiares y la ganadería sostenible, «esenciales para la supervivencia del medio rural»; la generación de valor añadido a través de la agroindustria; o la productividad como base de la alimentación humana, la economía circular, la innovación y el conocimiento. También la integración vertical y el cooperativismo como vías complementarias de acceso a los mercados y de aplicación eficaz del marketing y la comunicación; la calidad diferenciadora, la soberanía y la seguridad alimentaria. Todo ello, ha dicho el consejero, «apostando por la consolidación de la dimensión exportadora del sector cárnico».

EL PESO DE LA AGROALIMENTACIÓN

En el contexto de la economía aragonesa, el complejo cárnico –ganadería, cereales y forrajes, fabricación de piensos, industria cárnica, logística y servicios conexos– supone entre el seis y siete por ciento del PIB y del empleo total de Aragón. Además es uno de los pilares del complejo agroalimentario aragonés que aporta más del 10 por ciento del PIB y del 12 por ciento del empleo, siendo uno de los motores de la economía de la comunidad.

«Pronto se convertirá en el principal componente de la economía aragonesa, además de consolidarse como un vector de cohesión social y desarrollo territorial», ha apuntado el consejero. El valor comercial de toda la producción agrícola y ganadera aragonesa (2020) es de 4.580 millones de euros. De los cuales, 2.892 millones de euros (63 %) son aportados por la ganadería y de ellos, 2.794 millones de euros (96,6%) corresponden a la ganadería intensiva.

La ganadería intensiva aragonesa cuenta con un total de 6.992 explotaciones que suman un total de 1,34 millones de Unidades de Ganado Mayor (UGM). El porcino y el cebo de vacuno concentran el 89,36 por ciento del número total de explotaciones y el 89,29 por ciento de las UGM y el tamaño medio de las explotaciones es de 196,88 UGM. Igualmente, el 79,64 por ciento de las explotaciones intensivas aragonesas tienen menos de 250 UGM y dan trabajo directo a 5.000 personas.

La industria cárnica y la fabricación de piensos suponen dos tercios de las ventas y algo más de la mitad del empleo de la agroindustria aragonesa. Este sector obtuvo unas ventas de 2.492 millones de euros en 2019 y la fabricación de piensos, 1.560 millones de euros, con 6.155 y 1.559 empleos, respectivamente. En 2020, las exportaciones de carne crecieron un 33,86 por ciento, alcanzado los 1.721 millones de euros y siendo China el primer destino. Durante los diez primeros meses de 2021, la exportación de carne en Aragón alcanzó un valor de 1.435 millones.