El pasado 4 de mayo las familias del colegio público Hispanidad de Zaragoza presentaron una denuncia por la aparición de insectos en la comida. La decisión se toma tras una nueva inspección llevada a cabo la semana pasada en el centro y comprobar que el problema no se ha solucionado y que además uno de los lavavajillas no funciona correctamente, y no permite limpiar bien el material, otro está estropeado y tanto las bandejas como vasos, jarras de agua, cubiertos y material necesario para calentar la comida «presentan restos de suciedad».

Todo ello ha desembocado en la prohibición por parte del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, a través de su dirección de Salud Pública de utilizar la vajilla y el menaje en el comedor escolar del centro, hasta que la empresa concesionaria del servicio, Aramark, restablezca las condiciones higiénico sanitaria. Además, reclama a la administración que tenga en cuenta el comportamiento de la empresa para futuras adjudicaciones del servicio.

Por otro lado, también ha decretado que la empresa solo podrá utilizar material desechable de un solo uso hasta la reposición de las condiciones mínimas de salubridad.

Según Heraldo de Aragón, la ampa ha denunciado que este lunes la empresa sirvió en el único plato desechable los dos platos de comida por lo que esto «redujo notablemente la ración de comida para que cupieran primero y segundo en el mismo plato» mientras que el postre «se sirvió en servilleta». En cuanto a los insectos aparecidos en al menos 30 raciones, la inspección mantiene que no proceden del centro.

«Hemos tenido que tolerar -denuncian- comportamientos intolerables e inaceptables, como que les den, una y otra vez, la comida en bandejas sucias y que les obligasen a comer con cubiertos y vasos mal lavados» además de que «les incitasen a comer comida contaminada con insectos».

Las familias del colegio Hispanidad aseguran están «hartas» con la gestión de Aramark, que «sigue sin dar explicación alguna, sin tomar medida alguna para mejorar el servicio del comedor y sin esclarecer al origen de la comida contaminada», han señalado en un comunicado. «La rabia, la frustración y la impotencia que sentimos es enorme«, han apuntado.