Este fin de semana veíamos como Aragón era trending topic por una particular y estéril batalla que abrió Javier Lamban contra Valentino Rossi. Una batalla que le permitió que todos hablarán de un tuit del italiano, y no de lo que nos esperaba hoy lunes: sus medidas antiCOVID y las que ya podríamos calificar de medidas proruina.


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Un viejo truco de comunicación política, que por viejo y zafio ofende a los miles de hosteleros, dueños de comercios, proveedores de ambos y familiares de todos, que hoy han visto como gracias a la genialidad de Javier Lambán sus negocios se verán resentidos, los ingresos mermados y todo por tomar unas decisiones que pocos entienden.

Las medidas del Gobierno de PSOE, CHA, Podemos y PAR son seguir demonizando a miles de hosteleros, comercios y sector cultural reduciendo sus aforos hasta hacerlos inviables y llevarlos a la ruina, y todo bajo el pretexto que parece un axioma de acabar con el virus.

Todos queremos acabar con el virus, todos estamos a favor de buscar soluciones, todos estamos en favor del interés general, pero no todos tenemos la posibilidad de tomar decisiones, reconociendo la dificultad del momento, hay que recordar que Aragón, es un territorio que no está en su segunda ola, esta en su tercera: pero es muy divertido escribir un tuit contra Rossi.

«Hay que recordar que Aragón, es un territorio que no está en su segunda ola, esta en su tercera: pero es muy divertido escribir un tuit contra Rossi»

Tercera ola y, ¿cómo estamos?; con las mismas soluciones que nos han traído hasta aquí. Lo que nos llevo a una segunda ola, y nos ha traído a una tercera ola, sigue siendo la solución. Quizás Groucho Marx lo explicaría así: Propones una solución para solventar un problema, no se soluciona y vuelves a proponer la misma solución que no sirvió en el primer problema confiando que solucione esta vez el segundo problema, pero que no lo soluciona y nos mete en el tercer problema.


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No se están haciendo las cosas bien, y no se están haciendo porque estamos en nuestro tercer problema con las mismas soluciones.

Rossi ha sido campeón mundial nueve veces, ha generado tantos fans como detractores, pero todos coinciden en su capacidad de dar espectáculo. Esperemos que Javier Lambán no iguale a Rossi en su particular campeonato contra el covid ni en la capacidad de dar espectáculo.