En el mercado inmobiliario español, se encuentran disponibles propiedades con un profundo trasfondo histórico, desde edificaciones enclavadas en los núcleos urbanos hasta antiguas fortificaciones diseminadas por la geografía de la Península Ibérica, testigos de relevantes episodios históricos.

Una de estas joyas patrimoniales es el Castillo de la Raya, emplazado en un punto estratégico de la frontera entre Castilla y León y Aragón, específicamente en la provincia de Soria. Este monumento, que se ofrece a la venta por un precio sorprendentemente accesible de 45.000 euros en el portal Fotocasa, se localiza en el municipio de Monteagudo de las Vicarías, cercano a Monreal de Ariza en Zaragoza.

El Castillo de la Raya, también conocido como Torre de Martín González, destaca por su ubicación privilegiada que durante siglos sirvió como baluarte de la Corona de Castilla en el control y vigilancia de las rutas fronterizas con el Reino de Aragón.

Sus cimientos se remontan a los siglos XII y XIII bajo el reinado de Alfonso VIII, quien lo erigió como bastión defensivo para supervisar los valles de Nágima y Jalón, y lo confió a su leal valedor, Martín González. Los vestigios que perduran en sus muros narran una historia arquitectónica que fusiona elementos musulmanes, góticos y protogóticos.

A lo largo de su existencia, el Castillo de la Raya ha sido escenario de las denominadas guerras de la Raya, reflejo de los conflictos bélicos entre las Coronas de Castilla y Aragón antes de la unificación bajo los Reyes Católicos.

Entre sus propietarios históricos se encuentra Pedro IV de Aragón, quien lo cedió a Gonzalo Fuerte, consolidando así los lazos castellanos. Posteriormente, el dominio de la fortaleza pasó a manos de linajes aragoneses de renombre, como Luna, Cobos y Sarmientos.

El castillo pertenece a un particular y se extiende aproximadamente por 1.300 metros cuadrados sobre una loma.

La inclusión del Castillo de la Raya en la lista roja de Hispania Nostra en 2007 subraya el deterioro progresivo de las ruinas por el abandono, con partes fundamentales de su estructura comprometidas y la torre del homenaje parcialmente colapsada, una situación que plantea riesgos evidentes de hundimiento.