Zaragoza cuenta con un rico legado romano. Y eso se nota en sus calles, aunque no lo parezca. El solsticio de invierno de este 21 de diciembre siempre se vive de una manera única en la ciudad, reviviendo una antigua tradición que combina la historia con la astronomía.

Este jueves a partir de las 8.15 horas, el fenómeno astronómico se hará visible en dos calles emblemáticas de Zaragoza, en un evento que cada año atrae a un número creciente de espectadores.

El solsticio de invierno, que marca el comienzo de la estación más fría del año, se observará en la calle Mayor de Zaragoza. Este evento especial no solo conmemora el cambio estacional, sino también la fundación de la ciudad.

Los rayos del sol se alinearán perfectamente con esta calle, recorriendo desde la Magdalena y continuando por Espoz y Mina y Manifestación. Este fenómeno, que se remonta a la época de Caesaraugusta hace más de 2.000 años, es resultado de una planificación cuidadosa por parte de los romanos, quienes diseñaron la ciudad orientándola astronómicamente para que el sol iluminara específicamente estas calles durante el solsticio.

La celebración de este año ha sido convocada por los Museos de la Ruta Caesaraugusta, una red de museos romanos en Zaragoza. Para enriquecer aún más la experiencia, se han organizado charlas en el Museo del Foro Caesaraugusta.

La observación del solsticio en Zaragoza es una muestra de cómo la ciudad mantiene viva su herencia romana, integrándola en sus tradiciones modernas. Este evento no solo atrae a los locales, sino también a turistas y entusiastas de la historia y la astronomía, ofreciendo una experiencia única donde se entrelazan el pasado y el presente de la ciudad.

Este solsticio de invierno en Zaragoza promete ser un momento mágico, donde los ciudadanos y visitantes podrán experimentar de primera mano una tradición que ha perdurado a través de los siglos, uniendo a la comunidad en la admiración y el respeto por su rica historia y la maravilla del universo.