Siempre es el momento ideal para planificar las vacaciones de verano y evitar todo tipo de contratiempos de última hora. Si buscas destinos aún no saturados, Albania podría ser tu elección perfecta.

LA RIVIERA ALBANESA

La Riviera albanesa, bañada por los mares Adriático y Jónico, emerge como una joya turística en ascenso. Con playas fascinantes, como Ksamil, Kakome y Porto Palermo, ofrece 60 kilómetros de costa aún no explorada masivamente. Con 300 días de sol y una temperatura promedio de 25 grados en julio, este rincón mediterráneo se presenta como un auténtico paraíso.

Además de sus playas, la Riviera Albanesa alberga pueblos con encanto, castillos antiguos y puertos de montaña que enriquecen la experiencia del viaje. La fiesta veraniega se traslada desde la capital, Tirana, a la costa, brindando oportunidades para disfrutar de la vida nocturna junto al mar.

LA LUZ DE LAS VELAS

Sumérgete en una experiencia musical diferente en la Riviera Albanesa. La luz de las velas ilumina no solo la playa sino también la rica historia de la región. La oferta cultural se extiende a rutas de castillos, como Ali Pasha, Borshi y Gjon Boçari, así como a bunkers que cuentan la historia de la época de dictadura.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que Albania aún está en las primeras etapas de desarrollo turístico. Aunque el alojamiento es asequible, llegar puede ser un desafío. La falta de vuelos directos desde España implica hacer escalas en aeropuertos europeos, como Italia, Francia o Alemania, antes de llegar a Tirana.

Una alternativa sugerente es volar a la isla de Corfú en Grecia o al sur de Italia y tomar un ferry hacia el puerto de Saranda, facilitando el acceso a la Riviera Albanesa. A pesar de las limitaciones logísticas, la autenticidad y la belleza inexplorada de este destino hacen que el viaje valga la pena. ¿Te animas a descubrir el encanto de Albania antes de que se vuelva un destino turístico convencional?