Los majestuosos castillos se erigen como monumentos destacados que pueblan numerosos rincones de nuestro país. Con diversos tamaños y estados de conservación, estas fortalezas de diferentes épocas se han convertido en auténticos focos turísticos de nuestra nación.

Tras sus imponentes murallas, que esconden no solo una belleza espectacular sino también numerosos secretos, se encuentran historias de bodas reales, misteriosos «fantasmas», revueltas populares y, sobre todo, épicas batallas. Algunos castillos, a lo largo de su historia, funcionaron como prisiones para personajes ilustres, como el célebre Castillo de la Bastilla en París, que albergaron a figuras como Voltaire y el marqués de Sade y se convirtieron en un símbolo de la Revolución Francesa.

El Castillo de Bellver, en Mallorca, es otro ejemplo, construido en el siglo XIV por Jaime II de Mallorca y utilizado como residencia real, virreinal y cárcel, donde estuvo preso Gaspar Melchor de Jovellanos debido a sus desavenencias con Godoy.

Sin embargo, destaca el Castillo de la Mota, ubicado en Medina del Campo, Valladolid, que fue una cárcel «de lujo» para una reina española controvertida: Juana I de Castilla, conocida como Juana «La Loca». En 1503 y 1504, Juana estuvo recluida en esta fortaleza tras enfrentarse a su madre para unirse a su esposo Felipe “El Hermoso”. Aunque reinó nominalmente desde 1504 hasta 1555, su poder real fue limitado, dejando a su hijo Carlos como gobernante efectivo.

Esta reina, apodada «La Loca», vivió un período de esplendor en el Castillo de la Mota, cuya construcción se remonta al siglo XV. Este castillo, que se adaptó a la artillería, destaca no solo por su importancia militar y arquitectónica, sino también por su rica historia, que incluye su función como archivo de la Corona, el encierro de Juana y su papel en la Guerra de las Comunidades. .

La ubicación estratégica en un peñón volcánico, que proporcionaba una vista panorámica, otorgaba ventaja a los defensores, permitiendo avistar a los invasores antes de su llegada. A pesar del abandono con el tiempo, el castillo fue restaurado y alberga actividades culturales y turísticas en la actualidad, con un Centro de Recepción de Visitantes que ofrece visitas guiadas a través de su historia medieval.

Este recorrido revela la vida en la Edad Media, desde el trabajo y la educación hasta la gastronomía y las costumbres. Los visitantes impresionan quedandos por la majestuosidad del castillo, sus murallas y su torre central en un terreno escarpado. Además, el castillo alberga una impresionante colección artística que incluye pinturas, esculturas y muebles históricos.

La historia de este castillo no solo involucra a Juana «La Loca», sino también a otros prisioneros célebres como César Borgia, Hernando Pizarro y Rodrigo Calderón. En definitiva, el Castillo de la Mota es un tesoro histórico que se yergue como un testigo silencioso de los tumultuosos acontecimientos del pasado