No ha habido heladas y, por el momento, no ha habido pedrisco. Unas condiciones que hace que los árboles frutales del Bajo Cinca estén en una de las mejores campañas de los último años. Para ello, se espera que más de 3.000 temporeros en la ciudad de Fraga y casi 10.000 en toda la comarca vengan para trabajar en el clareo y posterior recogida de esta fruta, desde el mes de mayo hasta finalizar el verano.

En el Ayuntamiento de Fraga ya están preparados. Y a falta de ultimar las viviendas del recinto Clara Campoamor, ha puesto en funcionamiento el albergue municipal para aquellos temporeros que empiecen a llegar a la ciudad todavía sin contrato de trabajo.

«Esto es sólo una solución provisional para esas personas que vienen sin contrato. Pero los empresarios deben realizar un esfuerzo en dar vivienda en condiciones dignas a estos trabajadores», explica el alcalde de la localidad, Ignacio Gramún.

«Esta campaña va a ser totalmente diferente a años anteriores», explica el alcalde. Y es que este año se dan las condiciones óptimas porque tanto la nectarina, la cereza o el albaricoque están «en máximos de producción».

La procedencia de los temporeros es en su mayor parte de Rumanía, Bulgaria o Marruecos. Además, cada año aumenta la mano de obra de mujeres y cada vez más vienen familias completas que se «integran a la sociedad fragatina».

La campaña de atención a trabajadores agrícolas ha comenzado así en este edificio municipal donde se prestará acogida, información, asesoramiento y cobertura de las necesidades básicas a las personas que llegan a la ciudad sin contrato de empleo ni alojamiento, siguiendo el mismo procedimiento que la pasada temporada frutícola. Esta instalación realizará dicha función hasta el próximo mes de junio, cuando está previsto que finalicen las obras en las viviendas del recinto Clara Campoamor que darán cumplimiento al Código Técnico de Edificación.

Por ahora, la intervención en los alojamientos, cuyo proyecto se adjudicó a la empresa Construcciones y Transportes Albalate S.L por un total de 189.900 euros, avanza a muy buen ritmo y se prevé que esté acabada en las próximas semanas.

Estas viviendas constan de 4 módulos más un quinto destinado a cocina y tienen capacidad para 32 plazas. La normativa que ha realizado el consistorio es que los temporeros que hagan uso de ellas tienen un máximo 7 días para encontrar trabajo. Entonces, tendrán que ser los empresarios los que ofrezcan unas condiciones dignas de vivienda a sus trabajadores.

UNA SOLUCIÓN ENTRE TRES PARA UN PROBLEMA HISTÓRICO

Fraga y en su conjunto la comarca del Bajo Cinca lleva sufriendo la problemática de una gran población flotante desde los meses de mayo a agosto desde hace años. Un problema al que quisieron encontrar solución entre el Consistorio, Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón y Servicios Sociales de la Comarca del Bajo Cinca. Estas instituciones colaboran desde el año pasado en la campaña de atención a los trabajadores agrícolas, del mismo modo que en el año 2023, cuando 51 personas tuvieron acceso al servicio de alojamiento y también se registraron 57 solicitudes en el servicio de información, asesoramiento y cobertura de las necesidades básicas.

El alcalde de Fraga, Ignacio Gramún, ha manifestado que esta colaboración interinstitucional «es fundamental para el buen funcionamiento de un recurso que es muy necesario para las personas que llegan a nuestra ciudad sin vivienda y sin trabajo, y que vienen dispuestas a realizar una labor esencial para Fraga y la comarca».

Respecto al avance de las obras, el primer edil ha afirmado que «están siguiendo el curso correcto y los tiempos que había establecidos, así que si esta recta final continúa desarrollándose como hasta ahora, en pocas semanas ya tendremos en funcionamiento las viviendas del recinto Clara Campoamor».