En un rincón remoto de España, se esconde un tesoro natural que rivaliza con la exuberante biodiversidad de Costa Rica. El Parque Nacional de Garajonay, situado en la isla de La Gomera, en el archipiélago de las Islas Canarias, es un paraíso tropical en pleno corazón de Europa.

BOSQUES DE LAURISILVA

Una de las características más destacables de Garajonay es su laurisilva o bosque de laurisilva, un tipo de bosque subtropical poco común en el mundo actual y que se encuentra principalmente en las islas de Macaronesia (Canarias, Madeira). Estos bosques se caracterizan por ser especies de árboles de hoja ancha, incluidos laureles, tilos y caobas, que son siempre verdes, tupidos y coriáceos.

Es un bosque conocido como monteverde o selva templada y que es una reliquia del período Terciario, hace más de 65 millones de años, cuando dichos bosques cubrían gran parte de los trópicos de la Tierra. El hecho de que desaparecieran de nuestro planeta se debe a las glaciaciones del cuaternario y el avance del desierto y el hecho de que se conserve este antiguo ecosistema forestal en Garajonay es consecuencia directa de la elevada humedad y las suaves temperaturas que prevalecen durante todo el año.

BIODIVERSIDAD EN GARAJONAY

No es Costa Rica, pero este parque nacional alberga una amplia variedad de especies de plantas y animales, muchas endémicas de las islas Canarias. Según, el Instituto Geográfico Nacional, esta isla está poblada de aves, murciélagos y vertebrados.

El parque alberga una gran cantidad de especies de aves, incluidas la paloma turqué o la paloma rabiche, ambas endémicas de las Islas Canarias y que dependen del bosque de laurisilva para sobrevivir. También podemos ver volando al gavilán común, al buho chico, o el cuervo, éste último en peligro de extinción, así como pequeñas aves como el herrerillo canario, el reyezuelo canario o el pinzón vulgar.

Pero no hay animales de gran tamaño debido al aislamiento geográfico del continente ni tampoco una gran flora, pero sí con singularidades muy particulares que podrían ser de las mayores de la Red Estatal de Parques. Aparte del monteverde y los laureles, también están los palos blancos, los acebiños, tiles, o follaos en las zonas más húmedas.

Como curiosidad, la laurisilva canaria dejó de existir en la Península como ecosistema hace millones de años y, precisamente, es el que permite que coexistan un número considerable de especies endémicas.

PATRIMONIO NACIONAL

Los esfuerzos de conservación en Garajonay son cruciales para mantener este delicado ecosistema, particularmente frente a desafíos como el cambio climático y las acciones o actividades humanas. Si quieres visitar el parque nacional, para los visitantes, Garajonay ofrece una gran cantidad de oportunidades recreativas: hay senderos bien señalizados que atraviesan el corazón del bosque (como el sendero Contadero-Caserío de El Cedro con una longitud: 4,8 km o el sendero La Laguna Grande con una longitud: 6,2 km y con un recorrido aproximado de 3 horas 30 minutos), permitiendo a los excursionistas sumergirse en la belleza y la tranquilidad del bosque.

Hay centros de visitantes que ofrecen demostraciones educativas y, por supuesto, visitas guiadas que ofrecen información sobre la importancia ecológica y el contexto histórico de la zona. Si buscas vistas panorámicas, no debes perderte los siguientes miradores, que son de los más visitados de la red de miradores: el mirador del Rejo, el mirador de los Roques, el mirador de Bailadero o el mirador Cumbre de Tajaqué, entre otros.