Desde sus orígenes en los valles pirenaicos, el reino de Aragón se fue construyendo a base de batallas frente a los territorios islámicos que dominaban los valles. En ese ambiente hostil en el que nació y se desarrolló Aragón también influyó el deseo de los reinos cristianos vecinos por ampliar sus fronteras.
Esa situación de guerra casi permanente llevó a que se levantaran castillos y fortalezas conforme el reino iba creciendo y se expandía hacia el sur de la actual Comunidad Autónoma. En esa zona, en las serranías turolenses, se fundaron ciudades como Teruel para afianzar y repoblar la zona. Y también se creó una red de fortalezas para garantizar la seguridad de esas zonas de la Extremadura aragonesa que hacían de frontera.
CASTILLOS PARA VISITAR EN TERUEL
Fruto de ese periódico histórico en el que nobles y órdenes militares construyeron fortalezas para defender la frontera sur del reino, en Teruel nos queda una rica selección de castillos de origen medieval que todavía podemos contemplar, y que nos muestran el esplendor y la fuerza de aquel Aragón que pugnaba por seguir creciendo en dirección al Mediterráneo, y con la vista puesta en la conquista de Valencia, una ciudad que conquistaría el rey Jaime I en el siglo XIII.
Comenzamos nuestra tourné por algunas de las más importantes fortalezas de Teruel en el siempre atractivo Mora de Rubielos. En esta localidad de aires medievales de la comarca de Gúdar Javalambre encontramos un imponente castillo que domina el caserío. Este castillo de 4.000 metros cuadrados, conocido como castillo de los Fernández de Heredia, es de estilo románico y gótico del siglo XIII en la muralla exterior y en el espectacular patio de armas. Lo mejor de este castillo, además de sus dimensiones y el excelente estado de conservación, es que pese a su arquitectura militar tiene detalles palaciegos que lo hace muy atractivo.
De Gúdar Javalambre nos vamos hasta la comarca del Bajo Aragón. Y más concretamente, a su capital, a la ciudad de Alcañiz. Allí nos encontramos con el castillo de los Calatravos, ya que perteneció a la Orden de Calatrava, una de las muchas órdenes militares que se encargaron de defender y gobernar amplias zonas de la actual provincia de Teruel. El castillo está en perfecto estado de conservación tras ser completamente restaurado, ya que en estos momentos es un hotel de la red de Paradores Nacionales.
Ahora es el turno de acercarnos a la comarca del Matarraña. Allí, en su capital, nos encontramos con el castillo de Valderrobres. Esta fortaleza, situada en lo alto del pueblo, es de estilo gótico y se construyó tras la Reconquista sobre los restos de un antiguo castillo musulmán. Su fachada gótica es impresionante, y está repleta de elementos característicos del gótico aragonés.
El castillo de Peracense es otra de las fortalezas más espectaculares de la provincia. Se construyó en el siglo XIII sobre una construcción islámica anterior para defender la frontera con el vecino reino de Castilla, y su silueta se integra en la roca sobre la que se asienta.
Está situado a casi 1.400 metros de altura, en la parte sur de Sierra Menera. Tras el matrimonio de los Reyes Católicos, el castillo perdió su importancia, haciéndose cargo de él la Comunidad de Daroca, que estuvo nombrando alcaides hasta 1702. Durante las guerras carlistas fue un importante cuartel.